El hombre fue asesinado cuando se encontraba haciendo una llamada telefónica en una cabina del sector de San José, localidad de Bosa, en el suroccidente de Bogotá.
Dos sicarios huyeron en bicicleta después de dispararle en cuatro oportunidades al prestamista Óscar Herrera Aguirre, de 41 años, el miércoles pasado, a eso de las 7:30 de la noche.
Seleni Clavijo Alarcón, esposa de la víctima, dijo que Aguirre había salido de la casa para llamar al teléfono celular de una cuñada.
Alcanzó a entrar al negocio, situado a una cuadra de su vivienda, y justo cuando conversaba con su familiar recibió los disparos en la cabeza y en distintas partes del cuerpo.
Testigos revelaron a los dolientes que el agresor y su cómplice se subieron a la bicicleta y escaparon con rumbo desconocido.
Entre tanto, Óscar Herrera Aguirre logró salir hasta la calle, pero se desvaneció justo al frente del local. Agentes de la Policía de Bosa llegaron al sitio tras recibir el llamado de la comunidad, pero ya no había nada que hacer para salvar la vida.
Herrera Aguirre era oriundo de Samaná (Caldas). Vivió en una finca situada en zona rural de la población, hasta que en el 2001 él y su familia tuvieron que abandonar su tierra, desplazados por la violencia.
En ese entonces se radicó en Bogotá, junto con su compañera sentimental, que desconoce los motivos del asesinato.
Dos sicarios huyeron en bicicleta después de dispararle en cuatro oportunidades al prestamista Óscar Herrera Aguirre, de 41 años, el miércoles pasado, a eso de las 7:30 de la noche.
Seleni Clavijo Alarcón, esposa de la víctima, dijo que Aguirre había salido de la casa para llamar al teléfono celular de una cuñada.
Alcanzó a entrar al negocio, situado a una cuadra de su vivienda, y justo cuando conversaba con su familiar recibió los disparos en la cabeza y en distintas partes del cuerpo.
Testigos revelaron a los dolientes que el agresor y su cómplice se subieron a la bicicleta y escaparon con rumbo desconocido.
Entre tanto, Óscar Herrera Aguirre logró salir hasta la calle, pero se desvaneció justo al frente del local. Agentes de la Policía de Bosa llegaron al sitio tras recibir el llamado de la comunidad, pero ya no había nada que hacer para salvar la vida.
Herrera Aguirre era oriundo de Samaná (Caldas). Vivió en una finca situada en zona rural de la población, hasta que en el 2001 él y su familia tuvieron que abandonar su tierra, desplazados por la violencia.
En ese entonces se radicó en Bogotá, junto con su compañera sentimental, que desconoce los motivos del asesinato.
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