Santa Fe.— Un policía de 48 años fue asesinado ayer de un tiro en el pecho cuando se resistió a que le robaran la moto frente a su casa de la capital santafesina y por el crimen fue detenido un adolescente de 15 años que también resultó herido de bala. El efectivo no llevaba uniforme, aunque los investigadores suponen que dio a conocer su condición de policía y no sólo resistió el asalto sino que salió en procura de detener al joven asaltante, lo que ocasionó el tiroteo en el que perdió la vida.
El oficial Antonio César Flores, de 48 años, prestaba servicios en la Inspección de zona 1ª de la Unidad Regional I de Santa Fe. De acuerdo con constancias de la investigación, una bala disparada al parecer por un menor que lo quiso asaltar le quitó la vida. El supuesto agresor fue apresado y se encontraba anoche internado en la sala policial del Hospital Cullen de esta capital, con un disparo en la espalda.
Según fuentes policiales, todo ocurrió la madrugada de ayer frente a una vivienda de Roque Sáenz Peña al 3000, donde vivía el agente. A las 0.35 Flores llegaba a su casa a bordo de su Guerrero de 110 centímetros cúbicos cuando un muchacho armado lo interceptó con intención de despojarlo de la moto. El policía volvía de prestar servicio pero no estaba uniformado. Los investigadores creen que el efectivo se dio a conocer como tal y resistió el asalto. Deducen que en ese momento habría sacado su propia arma, el ladrón echó a correr y el policía salió a perseguirlo.
Bajo fuego. El relato oficial reconstruye que en esa persecución el policía y el ladrón intercambiaron disparos en un tiroteo del que se llevaría la peor parte el oficial, quien cayó muerto con un impacto en el pecho. El tiro le atravesó el corazón en plena calle Juan Díaz de Solís al 2800, en el barrio Roma, a unas dos cuadras del lugar del atraco. El asaltante logró huir aunque resultó herido en la espalda. La moto quedó en el lugar donde se inició el hecho.
La noticia conmovió al barrio ubicado al oeste de la Avenida Freyre, donde residía el efectivo con su familia, y provocó inquietud en las tropas policiales.
Fueron los mismos vecinos de la zona donde se produjo el enfrentamiento quienes llamaron a la central 911 y alertaron sobre el suceso. Uno de ellos observó la caída del policía y vio que el agresor se fue corriendo por calle Hipólito Yrigoyen hacia el oeste.
Efectivos de Orden Público, Investigaciones y Cuerpos dialogaron con el vecino, cuya descripción de la fisonomía y vestimenta del atacante fue vital para la detención.
Señalado. Pero además, según un vocero policial, un informante anónimo adjudicó el ataque a un menor llamado Claudio y brindó además una dirección: Lamadrid al 2500. Allí hallaron al muchacho, cuyos rasgos coinciden con el relato del testigo. Tenía una herida en la espalda que, para los investigadores, recibió durante el enfrentamiento.
La policía informó que tenía en su poder una pistola Browning 9 milímetros con la numeración limada. El arma tenía dos proyectiles, uno en la recámara y el otro en el cargador. A partir de peritajes deberá determinarse si es la misma pistola que se usó para matar a Flores. El chico, en tanto, fue operado y quedó internado fuera de peligro.
Las fuentes indicaron que el joven (que por su edad no es punible) había estado arrestado en la subcomisaría 10ª de barrio San Lorenzo y en la céntrica comisaría 1ª. En ambos casos por intento de robo de ciclomotores, un mercado delictivo que suele encontrar en adolescentes marginales su eslabón más débil.
El chico vivía con su abuela y es hijo de un hombre que estuvo preso por el crimen de un empresario santafesino ocurrido en 2003. Las fuentes indicaron que en el sepelio de Flores, previsto para hoy, habrá una multitudinaria manifestación de sus colegas.
El oficial Antonio César Flores, de 48 años, prestaba servicios en la Inspección de zona 1ª de la Unidad Regional I de Santa Fe. De acuerdo con constancias de la investigación, una bala disparada al parecer por un menor que lo quiso asaltar le quitó la vida. El supuesto agresor fue apresado y se encontraba anoche internado en la sala policial del Hospital Cullen de esta capital, con un disparo en la espalda.
Según fuentes policiales, todo ocurrió la madrugada de ayer frente a una vivienda de Roque Sáenz Peña al 3000, donde vivía el agente. A las 0.35 Flores llegaba a su casa a bordo de su Guerrero de 110 centímetros cúbicos cuando un muchacho armado lo interceptó con intención de despojarlo de la moto. El policía volvía de prestar servicio pero no estaba uniformado. Los investigadores creen que el efectivo se dio a conocer como tal y resistió el asalto. Deducen que en ese momento habría sacado su propia arma, el ladrón echó a correr y el policía salió a perseguirlo.
Bajo fuego. El relato oficial reconstruye que en esa persecución el policía y el ladrón intercambiaron disparos en un tiroteo del que se llevaría la peor parte el oficial, quien cayó muerto con un impacto en el pecho. El tiro le atravesó el corazón en plena calle Juan Díaz de Solís al 2800, en el barrio Roma, a unas dos cuadras del lugar del atraco. El asaltante logró huir aunque resultó herido en la espalda. La moto quedó en el lugar donde se inició el hecho.
La noticia conmovió al barrio ubicado al oeste de la Avenida Freyre, donde residía el efectivo con su familia, y provocó inquietud en las tropas policiales.
Fueron los mismos vecinos de la zona donde se produjo el enfrentamiento quienes llamaron a la central 911 y alertaron sobre el suceso. Uno de ellos observó la caída del policía y vio que el agresor se fue corriendo por calle Hipólito Yrigoyen hacia el oeste.
Efectivos de Orden Público, Investigaciones y Cuerpos dialogaron con el vecino, cuya descripción de la fisonomía y vestimenta del atacante fue vital para la detención.
Señalado. Pero además, según un vocero policial, un informante anónimo adjudicó el ataque a un menor llamado Claudio y brindó además una dirección: Lamadrid al 2500. Allí hallaron al muchacho, cuyos rasgos coinciden con el relato del testigo. Tenía una herida en la espalda que, para los investigadores, recibió durante el enfrentamiento.
La policía informó que tenía en su poder una pistola Browning 9 milímetros con la numeración limada. El arma tenía dos proyectiles, uno en la recámara y el otro en el cargador. A partir de peritajes deberá determinarse si es la misma pistola que se usó para matar a Flores. El chico, en tanto, fue operado y quedó internado fuera de peligro.
Las fuentes indicaron que el joven (que por su edad no es punible) había estado arrestado en la subcomisaría 10ª de barrio San Lorenzo y en la céntrica comisaría 1ª. En ambos casos por intento de robo de ciclomotores, un mercado delictivo que suele encontrar en adolescentes marginales su eslabón más débil.
El chico vivía con su abuela y es hijo de un hombre que estuvo preso por el crimen de un empresario santafesino ocurrido en 2003. Las fuentes indicaron que en el sepelio de Flores, previsto para hoy, habrá una multitudinaria manifestación de sus colegas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario