- La denunciante estaba resentida con un chico y lo llevó a juicio.
- En el juicio, el joven acusado ha sido absuelto del cargo de violación.
- La joven admitió que el día que dijo haber sido violada había tomado pastillas debido al castigo de sus padres y la pérdida de los teléfonos.
La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un joven acusado de violación porque la supuesta víctima estaba disgustada por las "habladurías" que el acusado divulgaba sobre ella y porque había perdido siete teléfonos móviles en un año.
La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia explica que la madre de la chica, que entonces tenía 14 años, denunció el 13 de octubre de 2007 ante la Guardia Civil de La Rinconada (Sevilla) que, cuatro días antes, dos jóvenes habían introducido a la fuerza a su hija en un coche y la habían llevado a un descampado, donde abusaron sexualmente de ella.
La ingesta de pastillas está corroborada médicamente porque el día siguiente la chica fue sometida a un lavado gástricoPor estos hechos fue juzgado F.J.A.G., de 18 años, para quien el fiscal pidió trece años de cárcel y el pago de 6.000 euros de indemnización por un delito de agresión sexual. Los jueces entienden que el testimonio de la víctima tiene las suficientes "divergencias y contradicciones" que lo invalidan, pese al "especial reproche moral y social que merecen los delitos contra la libertad sexual".
Así, la sentencia recoge el posible móvil de resentimiento de la denunciante, pues en el juicio reconoció que no le gustaba que el procesado "fuese diciendo por ahí que se había acostado con ella". Junto a ello, la chica admitió que aquel día estaba bajo los efectos de unas pastillas que se había tomado "porque sus padres la castigaron, tenía un amigo que no quería saber nada de ella y había perdido en el año siete móviles".
Declaración con contradicciones
La ingesta de pastillas está corroborada porque el día siguiente fue sometida a un lavado gástrico, mientras que la violación carece de pruebas médicas pues la joven acudió al Hospital Virgen Macarena de Sevilla cuatro días después y tanto el ginecólogo como el forense "consensuaron no practicar exploración alguna, dada la escasa posibilidad de lesión y el tiempo transcurrido".
La chica aseguró que dos conocidos la llevaron a un descampado pero en sus sucesivas declaraciones incurrió en contradicciones sobre cuál de ellos le quitó la ropa o llevó a cabo los tocamientos libidinosos.
El acusado contó a su favor con unos testigos que, aunque fuesen sus amigos, "no por ello son inhábiles para declarar" y que "dieron cobertura a la tesis del procesado sobre las horas en que pudo ocurrir el hecho", dice la sentencia.
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