miércoles, 7 de octubre de 2009

VENEZUELA. El hampa siega las vidas de cuatro policías cada mes

El Cicpc ha contabilizado 36 agentes asesinados en Caracas durante 2009

La viuda Maryoli Paz, esposa del cabo Miguel Requena, lamentó que diez hijos quedaran huérfanos debido a la inseguridad (Fernando Sánchez)

En lo que va de año la División contra Homicidios de la Policía Científica ha contabilizado los asesinatos de 36 funcionarios policiales en diversos hechos criminales.

Desde el mes de enero hasta la primera semana de octubre La Dirección de Seguridad Social de la Policía Metropolitana ha tramitado el pago de pensiones a más de cien niños que han quedado huérfanos como consecuencia del asesinato de 18 uniformados que se encontraban francos de servicio y otros cinco que han perecido en el cumplimiento de su deber. En ese lapso también se han reportado los asesinatos de un poliaragua, cuatro funcionarios del Cicpc, dos polisucres, dos polibarutas, dos agentes de la Disip y dos policaracas. Según las cifras que maneja el Cicpc cada mes la delincuencia le quita la vida a un promedio de cuatro funcionarios policiales. Los investigadores sostienen que en menos de una semana en Caracas el hampa ha dado de baja a tres funcionarios policiales y otros dos han resultado heridos. La mayoría de los policías han sido asesinados al resistirse al robo cuando llegaban a sus residencias.

El pasado miércoles en el barrio Carapita de la parroquia Antímano unos antisociales le quitaron la vida al inspector de la Disip Herickson Arcángel González León, de 26 años. Los azotes pretendían despojar de una moto al policía quien laboraba como escolta en el segundo anillo de seguridad presidencial de Miraflores. Recibió dos tiros. En el barrio Pinto Salinas, la noche del pasado sábado, fue asesinado el funcionario del Cicpc Gustavo Carballo. Los delincuentes del sector le propinaron dos tiros y le robaron su arma de reglamento.

En horas del medio día del lunes otros antisociales de Catia le quitaron la vida al cabo I Miguel Requena cuando intentaba rescatar a dos efectivos de la Guardia Nacional que estaban siendo asaltados en la calle el Lago. Por estos tres últimos crímenes las autoridades han ultimado en enfrentamiento a cuatro personas, entre ellas dos menores de edad, señalados de ser los responsables. Maryoli Paz, esposa del cabo asesinado en Catia, dijo que dejó diez hijos huérfanos. "Estaba cumpliendo con su trabajo. Fue un buen padre y un buen policía a quien la delincuencia le quitó la vida", dijo.

Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL

No hay comentarios: