La banda de ladrones aprovechó la festividad local para realizar el butrón y robar 6.000 euros
Sobresalto en el final de fiestas de Sant Miquel de Llíria. Una banda aprovechó la jornada del martes, día no laborable en la localidad por las celebraciones patronales, para preparar un agujero en una planta baja de la calle Duque de Llíria. Este boquete facilitó a un encapuchado el acceso a la sede del Banco de Valencia. El ladrón se apoderó de alrededor de 6.000 euros y huyó sin dejar rastro.
Según indicaron ayer testigos presenciales, el butrón fue preparado desde una planta baja contigua a la oficina bancaria. Al parecer, la banda realizó el boquete de forma que el ladrón accedió a la sede a través del entretecho.
Cuando los empleados de Banco de Valencia en Llíria iniciaron su jornada laboral, en la oficina les aguardaba una amarga sorpresa. Pasaban pocos minutos de las 8 horas cuando un encapuchado apareció en el local. El hombre llevaba en la mano un objeto que parecía una pistola.
El malhechor obligó a uno de los empleados de la oficina bancaria a atar al resto de los trabajadores y a que le diese el dinero que había en caja. En pocos minutos, el ladrón huyó con un botín que rondaba los 6.000 euros.
Alguien dio la voz de alarma y poco después acudieron agentes de la Policía Local de Llíria y de la Guardia Civil. Los efectivos barajaban la hipótesis de que un cómplice esperase al ladrón en la puerta de la oficina bancaria.
La Policía Local peinó las salidas y los caminos de todo el término. Al cierre de esta edición, cualquier esfuerzo había sido en vano. Los únicos datos que ofrecieron los testigos eran que el atracador llevaba un pantalón vaquero y su acento era español.
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