De viernes a lunes ocurrieron 27 homicidios en Caracas, según Cicpc
Los funcionarios de la Policía de Miranda, amigos del agente Llander Durán, fueron los que adelantaron los trámites para retirar el cuerpo (Fernando Sánchez)
A las 5:15 de la tarde del domingo, el agente de la Policía del estado Miranda, Llander Durán Angarita de 32 años, decidió detenerse en el hombrillo de la Cota Mil -sentido este-oeste- a la altura de San Bernardino, para prestarle ayuda a unas personas que allí estaban accidentadas.
Al intentar bajarse de su carro -un Ford Fiesta de color gris y placas RAI-38H- le dispararon desde un vehículo en marcha que según recordó la esposa del efectivo era de color verde.
Las balas que atravesaron al agente, que además estaba uniformado, alcanzaron a su esposa (Marvella Guzmán Delgado) y a su hijo de tres años.
Aún malherido, el efectivo tuvo el impulso de salir del carro, pero pronto se desvaneció y cayó muerto. El auto desde el que le dispararon siguió su camino.
Según trascendió, cerca de donde ocurrió el hecho había un punto de control de la GN. Esos uniformados, al oír las detonaciones, se acercaron al lugar y encontraron al Polimiranda ya muerto; la esposa presentaba un impacto en un seno y el hijo en un costado. Ellos gestionaron el traslado de los heridos y se quedaron resguardando el lugar hasta que llegaron refuerzos.
Los Polimiranda, según explicaron fuentes de esa institución, se enteraron de lo ocurrido a las 5:30 de la tarde. Los primeros en enterarse fueron los que están destacados al municipio Sucre (Región 7), que es la zona a la que estaba adscrito el funcionario.
Marvella y su bebé fueron trasladados hasta la Clínica Loira en El Paraíso. Allí los atendieron y aunque están delicados, se supo que su estado es estable.
Esa tarde, a las 5:00 p.m., Llander había entregado guardia en la Dirección Vehicular de la Policía de Miranda en la Región 7. Su esposa lo había esperado cerca de la sede para que juntos se fueran hasta la casa. Él tenía seis años en la institución.
La División contra Homicidios del Cicpc es la encargada del caso. Ellos aún no tienen una hipótesis clara de lo que ocurrió, lo único que saben es que el arma del reglamento del efectivo no fue localizada.
Acusan a policías Otro de los 27 caídos a tiros en Caracas, durante el fin de semana, fue César Maldonado de 35 años. Sus familiares acusaron a presuntos funcionarios del Cicpc de ser los causantes del hecho. Así lo aseguró Mayerling Gavidia, la esposa de César.
Según narró ella, el sábado a las 9:00 p.m., en la calle Emiliano Hernández, cuando regresaba de guardar su moto, en un estacionamiento cerca de su casa, César fue interceptado por dos hombres que desde más temprano estaban dentro de un Festiva gris placas XYC-123.
Ellos le gritaron a César que se detuviera, pero él se asustó al verlos armados y corrió, los supuestos policías le comenzaron a disparar y lo hirieron. Él se resguardó dentro de la casa de una vecina hasta que los presuntos efectivos se fueron.
Luego lo llevaron al hospital de Los Magallanes y allí a la 1:00 a.m. del domingo murió. Operaba como mototaxista desde hacía 7 años, y ahora era presidente de la línea que tiene su parada en la esquina de Ferrenquín.
Al intentar bajarse de su carro -un Ford Fiesta de color gris y placas RAI-38H- le dispararon desde un vehículo en marcha que según recordó la esposa del efectivo era de color verde.
Las balas que atravesaron al agente, que además estaba uniformado, alcanzaron a su esposa (Marvella Guzmán Delgado) y a su hijo de tres años.
Aún malherido, el efectivo tuvo el impulso de salir del carro, pero pronto se desvaneció y cayó muerto. El auto desde el que le dispararon siguió su camino.
Según trascendió, cerca de donde ocurrió el hecho había un punto de control de la GN. Esos uniformados, al oír las detonaciones, se acercaron al lugar y encontraron al Polimiranda ya muerto; la esposa presentaba un impacto en un seno y el hijo en un costado. Ellos gestionaron el traslado de los heridos y se quedaron resguardando el lugar hasta que llegaron refuerzos.
Los Polimiranda, según explicaron fuentes de esa institución, se enteraron de lo ocurrido a las 5:30 de la tarde. Los primeros en enterarse fueron los que están destacados al municipio Sucre (Región 7), que es la zona a la que estaba adscrito el funcionario.
Marvella y su bebé fueron trasladados hasta la Clínica Loira en El Paraíso. Allí los atendieron y aunque están delicados, se supo que su estado es estable.
Esa tarde, a las 5:00 p.m., Llander había entregado guardia en la Dirección Vehicular de la Policía de Miranda en la Región 7. Su esposa lo había esperado cerca de la sede para que juntos se fueran hasta la casa. Él tenía seis años en la institución.
La División contra Homicidios del Cicpc es la encargada del caso. Ellos aún no tienen una hipótesis clara de lo que ocurrió, lo único que saben es que el arma del reglamento del efectivo no fue localizada.
Acusan a policías Otro de los 27 caídos a tiros en Caracas, durante el fin de semana, fue César Maldonado de 35 años. Sus familiares acusaron a presuntos funcionarios del Cicpc de ser los causantes del hecho. Así lo aseguró Mayerling Gavidia, la esposa de César.
Según narró ella, el sábado a las 9:00 p.m., en la calle Emiliano Hernández, cuando regresaba de guardar su moto, en un estacionamiento cerca de su casa, César fue interceptado por dos hombres que desde más temprano estaban dentro de un Festiva gris placas XYC-123.
Ellos le gritaron a César que se detuviera, pero él se asustó al verlos armados y corrió, los supuestos policías le comenzaron a disparar y lo hirieron. Él se resguardó dentro de la casa de una vecina hasta que los presuntos efectivos se fueron.
Luego lo llevaron al hospital de Los Magallanes y allí a la 1:00 a.m. del domingo murió. Operaba como mototaxista desde hacía 7 años, y ahora era presidente de la línea que tiene su parada en la esquina de Ferrenquín.
María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL
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