Ciudad indefensa
Las autoridades presumen que en la zona ocurren tres plagios cada día
Cada vez los vecinos insisten en reforzar su seguridad con garitas y alcabalas, pero el secuestro express sigue en aumento (Fernando Sánchez)
A pesar de la profusión de alcabalas y garitas en distintas calles de la urbanización Macaracuay los delincuentes siempre hallan una forma de colarse, secuestrar a sus víctimas y huir sin que las autoridades los detecten.
El guachimán Jacinto Barrios, quien labora en la alcabala principal de la urbanización, dijo que cada día la asociación de vecinos extrema las medidas de seguridad e incluso no se permite el ingreso de extraños o sospechosos. Sin embargo, a la semana el Cicpc conoce un promedio de dos secuestros instantáneos. Los expertos admiten que por cada uno denunciado hay tres que no se registran por el temor de las víctimas de sufrir represalias de sus captores.
"Mire, a veces uno se entera cuando todo pasa. La semana pasada llegaron tres hombres con una mujer. Se metieron en la casa, comenzaron a llamar a otros delincuentes y se llevaron los cuatro carros de la familia. Ahora cargan esa moda como si los secuestradores tuvieran un concesionario de autos. Los secuestran, los roban y además los dejan a pie porque se llevan todos los carros. Hasta llaman a otros malandros delante de los dueños y los negocian de una vez", dijo el vigilante.
El director de Polisucre, comisario Manuel Furelos, admite que le preocupa el fenómeno de los secuestros express en su jurisdicción, sobre todo en Macaracuay, La California y El Cafetal. El jefe policial dijo que hay un subregistro en materia de secuestros porque los agraviados se resisten a denunciar.
En la sede policial de El Llanito se procesan tres denuncias cada mes, aunque el jefe policial considera que esa cifra representa sólo lo que puede acontecer durante un solo día.
Polisucre y el Cicpc le atribuyen la mayoría de los secuestros en la zona a una organización delictiva conocida como "Los Invisibles", la cual está integrada por funcionarios y ex funcionarios policiales. Sin embargo, las evidencias indican que varias agrupaciones delictivas operan en la zona.
Huyó de "Los Invisibles" Marlene Tovar, empleada del departamento de seguridad de una línea aérea internacional, dijo que se tuvo que mudar porque por fortuna logró escapar de sus captores. "Salí de mi casa para mi trabajo. Mi papá me había prestado su camioneta y cuando me sacaron las pistolas me puse nerviosa y aceleré. Me estrellé contra un muro. Ellos se pusieron bravos y le dispararon a la camioneta de mi papá. Le dieron 9 tiros. Los policías me dijeron que eran "Los Invisibles". Estaban bien vestidos; no parecían delincuentes", dijo.
Polisucre desarrolla una serie de estrategias junto a las asociaciones de vecinos para enfrentar el delito del secuestro.
Los lugareños sostienen que sienten temor incluso cuando salen de sus casas a comprar los periódicos. Hace poco realizaron una colecta vecinal para cancelar un plagio express.
El guachimán Jacinto Barrios, quien labora en la alcabala principal de la urbanización, dijo que cada día la asociación de vecinos extrema las medidas de seguridad e incluso no se permite el ingreso de extraños o sospechosos. Sin embargo, a la semana el Cicpc conoce un promedio de dos secuestros instantáneos. Los expertos admiten que por cada uno denunciado hay tres que no se registran por el temor de las víctimas de sufrir represalias de sus captores.
"Mire, a veces uno se entera cuando todo pasa. La semana pasada llegaron tres hombres con una mujer. Se metieron en la casa, comenzaron a llamar a otros delincuentes y se llevaron los cuatro carros de la familia. Ahora cargan esa moda como si los secuestradores tuvieran un concesionario de autos. Los secuestran, los roban y además los dejan a pie porque se llevan todos los carros. Hasta llaman a otros malandros delante de los dueños y los negocian de una vez", dijo el vigilante.
El director de Polisucre, comisario Manuel Furelos, admite que le preocupa el fenómeno de los secuestros express en su jurisdicción, sobre todo en Macaracuay, La California y El Cafetal. El jefe policial dijo que hay un subregistro en materia de secuestros porque los agraviados se resisten a denunciar.
En la sede policial de El Llanito se procesan tres denuncias cada mes, aunque el jefe policial considera que esa cifra representa sólo lo que puede acontecer durante un solo día.
Polisucre y el Cicpc le atribuyen la mayoría de los secuestros en la zona a una organización delictiva conocida como "Los Invisibles", la cual está integrada por funcionarios y ex funcionarios policiales. Sin embargo, las evidencias indican que varias agrupaciones delictivas operan en la zona.
Huyó de "Los Invisibles" Marlene Tovar, empleada del departamento de seguridad de una línea aérea internacional, dijo que se tuvo que mudar porque por fortuna logró escapar de sus captores. "Salí de mi casa para mi trabajo. Mi papá me había prestado su camioneta y cuando me sacaron las pistolas me puse nerviosa y aceleré. Me estrellé contra un muro. Ellos se pusieron bravos y le dispararon a la camioneta de mi papá. Le dieron 9 tiros. Los policías me dijeron que eran "Los Invisibles". Estaban bien vestidos; no parecían delincuentes", dijo.
Polisucre desarrolla una serie de estrategias junto a las asociaciones de vecinos para enfrentar el delito del secuestro.
Los lugareños sostienen que sienten temor incluso cuando salen de sus casas a comprar los periódicos. Hace poco realizaron una colecta vecinal para cancelar un plagio express.
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
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