- Más patrullas cerca de los complejos conflictivos, sobre todo del sur.
- Buscan a cuatro de los asaltantes de Islazul.
Multitud de tiendas, cajas repletas de recaudación, espacios abarrotados de personas y salida rápida hacia las grandes autovías. Esta combinación convierte a los centros comerciales de la periferia de la capital en objetivo suculento para los ladrones.
La última demostración de ello ocurrió este lunes en el complejo Islazul (Carabanchel), donde cinco atracadores hirieron a dos personas para robar el dinero de un banco. La Policía seguía buscando este martes a cuatro de ellos y sospechaba que son integrantes de la banda de Los cordobeses, la misma que asaltó el Plenilunio (San Blas) en diciembre de 2007.
El atraco al Islazul no pilló por sorpresa a la Policía, que "ha catalogado a los centros comerciales como áreas de alto riesgo", según el secretario del sindicato policial CEP en Madrid, José Miguel Lorenzana.
La Jefatura evita dar detalles sobre los dispositivos de seguridad montados en torno a los grandes establecimientos, aunque Lorenzana asegura que "los agentes están muy preocupados por la delincuencia en esas zonas y se ha aumentado la vigilancia en sus inmediaciones".
Allí, los agentes nacionales complementan a los vigilantes privados, que tienen la competencia de velar por la seguridad en el interior.
Oleada de asaltos
La alerta apareció hace un año y medio, cuando se produjo una oleada de asaltos y alunizajes que afectó al Media Markt de Getafe, al Ikea de Vallecas, al Plenilunio (San Blas) y al H2Ocio (Rivas). La vigilancia es más intensa en los centros comerciales del sur, al ser la zona donde se han cometido más atracos.
Un exceso de policías podría crear alarma entre los usuarios
Sin embargo, los agentes creen que los clientes no deben tener miedo. "Un exceso de policías podría crear alarma entre los usuarios; a nadie le agradaría estar comprando rodeado de patrullas", añade el secretario del SUP, Felipe Brihuega.
Los vigilantes, muy expuestos
El tiroteo contra unos vigilantes de Prosegur en el centro comercial Islazul ha despertado una vieja reivindicación de los trabajadores de seguridad privada. "Los empleados que transportan sacas con dinero están muy expuestos a los atracadores. En muchos centros comerciales se sienten inseguros", lamenta Rafael Saldaña, de UGT. Por ello, piden la instalación de esclusas para aislar a los vigilantes mientras recogen los fondos, que se les dote de chalecos antibalas y que haya una coordinación con la seguridad del propio centro.
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