miércoles, 1 de abril de 2009

VENEZUELA. Asesinaron a un joven en su carro porque no se dejó robar


De lunes a martes se registraron en Caracas siete homicidios

Familiares del joven acudieron a la morge (Venancio Alcázares)

A las 3:20 de la tarde del lunes, Luis Alejandro Bermúdez Castillo, de 26 años, fue atacado dentro de su camioneta, cuando transitaba por la avenida Baralt, específicamente entre las esquinas Dos Pilitas y San José del Ávila.

Según indicaron fuentes de la policía cient´ifica, la persona que lo atacó a tiros lo hizo desde adentro de la camioneta Merú, de color arena, y placas TAR-65K que Luis manejaba.

Como hipótesis preliminar, los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas manejan que pudo tratarse de un robo y que Luis Alejandro se resistió y por eso le dispararon dos veces.

El tiro que le segó la vida lo recibió por el costado izquierdo y lo atravesó para luego salir por el derecho. Las personas que iban con él en la camioneta huyeron pero aún no se ha determinado cómo.

A Luis Alejandro lo trasladaron hasta el Hospital José María Vargas, la fuente no especificó quién lo hizo ni cómo, pero llegó ya muerto.

El vehículo fue llevado hasta la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Allí le practicarán una serie de experticias para ver si logran reactivar las huellas de las personas que atacaron a Luis Alejandro.

Este joven fue uno de los siete que perdieron la vida a tiros, entre el lunes a martes, en Caracas, según fuentes de la Morgue de Bello Monte.

Por equivocación A Yoandy Aristiguieta, de 19 años, lo asesinaron el sábado pasado, a las 8:30 de la noche, y según su familia lo hicieron porque lo confundieron.

Lo atacaron en Plaza Tiuna de la avenida Roosevelt cuando estaba esperando a una chica con la que saldría esa noche.

No lo robaron. Tampoco hubo testigos del hecho. Era un joven estudiante, mayor de cuatro hermanos.

Vivía con su abuela por los predios de El Cementerio y según su madre Érika Suárez el muchacho no tenía problemas con nadie.

El martes todavía esperaban la entrega del cuerpo, al parecer la falta de la cédula del joven retrasó todo el trámite.



María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

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