miércoles, 1 de abril de 2009

Una banda retiene con pistolas a 13 empleados para atracar un supermercado en Chiva

Cinco encapuchados encerraron a los trabajadores hora y media y robaron la recaudación del fin de semana


Una banda retiene con pistolas a 13 empleados para atracar un supermercado en Chiva

Dos guardias civiles, ayer por la tarde, en el supermercado atracado en Chiva.

Lo tenían todo estudiado. Cinco encapuchados armados con pistolas y machetes atracaron ayer un supermercado en Chiva, se llevaron la recaudación del fin de semana y retuvieron a 13 trabajadores en una pequeña habitación durante una hora y media.

El golpe estaba preparado al milímetro. Como todos los días, a las siete de la mañana, una de las empleadas del supermercado abrió una pequeña puerta, la que hay ubicada junto a la cafetería del establecimiento, para iniciar su jornada laboral. Creía que era la primera en llegar.

Pero no fue así. Cinco encapuchados la esperaban y la obligaron a entrar en el establecimiento tras amenazarla con las pistolas y navajas. Todavía era de noche. Además, la ubicación del supermercado es perfecta para no levantar sospechas. Está a las afueras de Chiva, sin casas alrededor y en una pequeña vaguada. El establecimiento tiene salida directa a la A-3, la vía de escape que utilizaron los atracadores.

Una vez dentro del local era cuestión de esperar. El objetivo era llevarse la recaudación del fin de semana. Muchos miles de euros. A la primera víctima la utilizaron como señuelo -bajo amenazas de muerte- de cara al resto de los trabajadores. Ella les abría con la mejor cara posible, para no levantar sospechas, y una vez dentro se encontraban con el panorama. Un atraco en toda regla con encapuchados armados.

A partir de las siete y media de la mañana, los trabajadores entran por una puerta trasera. Los atracadores lo sabían. Poco a poco, fueron encerrando en el cuarto de las taquillas -donde se suelen cambiar los trabajadores- a nueve empleados del supermercado y a cuatro proveedores. El único que se salvó fue el del pan, al que le dijeron que las cámaras no funcionaban. Pero ante la llegada de nuevos proveedores, los asaltantes optaron por encerrarlos también.

Durante hora y media estuvieron almacenando a personas en el cuarto de las taquillas. "No nos hicieron ningún daño, y en todo momento no decían que estuviéramos tranquilos. No dejaron de repetir que el tema no iba con nosotros", señaló a LAS PROVINCIAS una de las víctimas.

Los atracadores eran españoles. "Incluso se les oyó hablar entre ellos en valenciano", apuntó una de las retenidas. "No os preocupéis de nada, todo esto es contra el francés", señaló en repetidas ocasiones el que parecía ser el cabecilla de la banda. El supermercado atracado es de una cadena francesa y el director del establecimiento de Chiva es de la misma nacionalidad.

Los mismos atracadores comentaron a los empleados que lo tenían todo muy estudiado. Según los testimonios, sabían que dos personas eran las encargadas de abrir el establecimiento a las siete de la mañana, así como las puertas habituales de entrada y llegada de los proveedores para descargar los productos.

Además, eligieron el lunes por la abundante recaudación que habría en la caja fuerte de las oficinas por lo ingresado durante el fin de semana.

El objetivo de los atracadores era la caja fuerte. Por eso esperaron pacientes hasta las ocho y media de la mañana. Durante los más de 90 minutos que duró el atraco no saltó la alarma de lo que estaba pasando en el establecimiento, a pesar de estar ubicado a la salida de Chiva, por donde cada mañana circulan decenas de vehículos para tomar la A-3 o para subir al polígono industrial.

A las ocho y media llegó la responsable de administración. Rápidamente, a punta de pistola, fue invitada a dirigirse a la caja fuerte para abrirla y entregar así la recaudación a los atracadores. Una vez culminado el plan, los asaltantes la encerraron en el cuarto de las taquillas junto a los empleados y los proveedores.

En ese momento, los cinco asaltantes huyeron del supermercado con el botín en sus manos. Fuentes de la Policía Local de Chiva no llegaron a confirmar cuánto dinero se habían llevado, aunque apuntaron que fue cuantioso debido a que estaba la recaudación del fin de semana. Un empleado de una empresa de raticidas fue el primero en llegar al supermercado tras el golpe. Él liberó a los 13 trabajadores del cuarto de las taquillas.

lasprovincias.es

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