lunes, 16 de marzo de 2009

VENEZUELA. Matan a estudiante dentro de una tasca en Baruta


El Cicpc contabilizó de viernes a domingo 28 homicidios en Caracas

La comunidad se reunió a ver cómo los funcionarios del Cicpc se llevaban el cuerpo (Fernando Sánchez)

El maleante que empuñaba el arma llegó hasta donde estaba Daniel Moisés Garmendia, de 19 años, y le disparó directo a la cabeza una sola vez. La detonación fue tan intempestiva y fuerte, que logró callar el reggaeton que sonaba, a todo volumen, a las 2:45 de la mañana, dentro de la tasca de Esperanza, en la calle Mara, vereda 1 de las Minitas de Baruta.

El hombre que empuñaba el arma se fue con la misma tranquilidad con la que llegó. Nadie entendía por qué había atentado contra aquel joven que sólo tenía cinco meses en los predios de las Minitas de Baruta y que sólo se dedicaba a estudiar Administración Tributaria en el IUTG durante las noches, y a trabajar como promotor en la Cadbury & Adams durante la mañana.

David llegó a Caracas hacía un año y medio. Desde la casa de sus abuelos en Guanare (Portuguesa) llegó a El Peñón a la casa de una hermana (hija de la esposa de su abuelo). Allí vivió casi un año. "Quiso independizarse y buscó una habitación económico y la consiguió aquí, cerca de otra parte de la familia. Pero lo que consiguió fue la muerte. No entiendo por qué le hicieron eso si era un muchacho tan bueno", dijo entre lágrimas Ayarith Acosta, la hermana.

Ella lo vio por última vez el miércoles. Ese día él fue para la casa de su familia a visitarlos. Durmió allí y hasta les dijo que la zona era muy peligrosa. Ayarith le insistió en que regresara a vivir con ella, pero David le insistió en que no se preocupara porque él sabía cuidarse.

David Elías Silva fue de los primeros familiares en enterarse. Él era primo de Daniel. "A mí me llamó mi papá como a las 3 y me dijo que si todavía estaba en la fiesta, y le dije que sí. Luego me repitió que no me moviera de ahí porque acababan de matar a mi primo... cuando llegué le colocaban la sábana".

David fue el último de los familiares que vio con vida a Daniel. A las 8:08 de la noche del sábado, él se topó con Daniel en la entrada del barrio. Se saludaron y Daniel le dijo que luego se veían, que él iba para la parte de abajo. "Nunca me dijo exactamente para dónde iba", recordó el muchacho. Más tarde lo vio tirado en el lobby de la tasca, sobre una pozo de sangre que se hacía más grande y denso.

Elsy Rebolledo, la tía de Daniel, se enteró de lo ocurrido a las 8:05 de la mañana de ayer. Ella caminaba hacia el abasto para hacer algunas compras y se topó con la multitud. Cuando preguntó le dijeron que el muerto era Daniel. "Yo lo único que quiero es hacerle un llamado al gobernador de Miranda y al alcalde de Baruta. Tienen que tomar cartas en el asunto y activar grupos policiales que hagan recorridos acá y que obliguen a cumplir la Ley de Convivencia Ciudadana y cierren todas esas tascas ilegales", exigió.


Daniel se convirtió en uno de los 28 caraqueños que murieron desde el viernes hasta el domingo en la mañana asesinados a tiros en Caracas.

María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

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