A las 4 y media de la tarde, un par de policías de la comisaría 5º que patrullaban la zona de 1 y 71 vieron un Chevrolet Monza que les pareció sospechoso: era blanco, tenía los vidrios polarizados, y cuatro hombres adentro. Lo pararon y, si alguno de los ocupantes -o todos- hubieran tenido pedido de captura por un ilícito, los efectivos se hubieran sorprendido menos. Lo primero que hizo el que iba al volante fue decir que era Policía. Lo investigaron, y no. Aseguró ser bombero. Tampoco. Lo raro es que el Monza sí era de la fuerza y adentro había elementos vinculados a la misma.
La cosa comenzó a aclararse cuando los tres que viajaban como acompañantes revelaron que se habían subido a ese coche en la remisería de 122 y 80. Y eso sí era cierto. Los anonadados pasajeros terminaron oficiando de testigos del procedimiento que, como ya se dijo, comenzó en 1 y 71 y terminó en 72 y 19, donde otro móvil de la Jefatura Distrital Centro logró interceptar al coche. A todo esto, ya eran las 5 y 10 de la tarde. El chofer tiene domicilio en Quilmes y es remisero. En cuanto al vehículo, su dominio colocado es el BWS 916, y en su interior encontraron lo siguiente: “una tonfa; un proyectil de pistola calibre 9 mm; un cartucho de escopeta percutado; tres cuchillos; un escudo policial de Jefe dorado de la policía de la Provincia; una identificación con abrojo para el chaleco porta elementos; un pulsador PTT como el utilizado en los equipos de comunicaciones de la fuerza, un portacredencial de cuero con un escudo dorado; un cuaderno con anotaciones varias; una tarjeta con el código Q de deletreo para uso radial, y otra anotación donde se identifica domicilios de comisarías y distritos militares”, se detalla en el acta de secuestro labrada por personal de la comisaría Quinta. “La tarjeta verde del auto corresponde a un vehículo oficial del poder ejecutivo, perteneciente a la Policía de la Provincia”, confirmó una alta fuente de la investigación, aclarando que “pudo ser que alguien lo comprara y no hiciera la transferencia”.
Recién el lunes se podrá verificar si el ministerio de Seguridad efectivamente dio de baja al rodado; o no. Por lo pronto, la fiscal Leyla Aguilar dispuso que el Monza quedara secuestrado y el remisero aprehendido por “usurpación de títulos y honores”.
Recién el lunes se podrá verificar si el ministerio de Seguridad efectivamente dio de baja al rodado; o no. Por lo pronto, la fiscal Leyla Aguilar dispuso que el Monza quedara secuestrado y el remisero aprehendido por “usurpación de títulos y honores”.
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