| El hombre quedó inconciente y al borde de la muerte durante 40 minutos antes de recibir ayuda médica. | |
| Los ladrones lo habrían estado siguiendo. |
Un repartidor de gaseosas quedó en estado de coma y hemipléjico como consecuencia de dos balazos que recibió cuando quisieron robarle hoy, esta tarde, en la localidad bonaerense de Quilmes.
Juan Domingo Tissera, de 35 años, acababa de salir de un negocio donde había estado descargando mercadería y se dirigía al camión donde lo esperaba su ayudante cuando fue interceptado por dos delincuentes que le reclamaron el dinero que acababa de cobrar. Según declaró la tía de Tissera, los ladrones tenían conocimiento de que su sobrino estaba cobrando a los clientes: "Lo estaban siguiendo", remarcó la mujer.
Pero Tissera huyó de los ladrones, y al darles la espalda para correr, éstos le dispararon. Una de las balas le dio en la pierna, y otra justo en la vértebra cervical, es decir, en el cuello. “No va a poder caminar más. Ya estoy esperando lo peor”, expresó Rogelio Tissero, padre del repartidor, entrevistado por el canal Crónica.
Además, el padre contó que al llegar a la escena del robo, encontró a su hijo custodiado únicamente por un patrullero, sin señales de una ambulancia. Cuando después de 40 minutos de espera inútil convenció al patrullero de que llevaran ellos mismos a su hijo al hospital, los médicos lo revivieron, pero quedó en coma por un edema cerebral.
Juan Domingo Tissera, de 35 años, acababa de salir de un negocio donde había estado descargando mercadería y se dirigía al camión donde lo esperaba su ayudante cuando fue interceptado por dos delincuentes que le reclamaron el dinero que acababa de cobrar. Según declaró la tía de Tissera, los ladrones tenían conocimiento de que su sobrino estaba cobrando a los clientes: "Lo estaban siguiendo", remarcó la mujer.
Pero Tissera huyó de los ladrones, y al darles la espalda para correr, éstos le dispararon. Una de las balas le dio en la pierna, y otra justo en la vértebra cervical, es decir, en el cuello. “No va a poder caminar más. Ya estoy esperando lo peor”, expresó Rogelio Tissero, padre del repartidor, entrevistado por el canal Crónica.
Además, el padre contó que al llegar a la escena del robo, encontró a su hijo custodiado únicamente por un patrullero, sin señales de una ambulancia. Cuando después de 40 minutos de espera inútil convenció al patrullero de que llevaran ellos mismos a su hijo al hospital, los médicos lo revivieron, pero quedó en coma por un edema cerebral.
