Recibió cinco disparos al frente de su residencia en Guarenas
Pistoleros le habían jurado muerte. Su retirada de la zona no fue por mucho tiempo, pero al regresar confiado lo asesinaron.
Yefri Ramón Caraballo Lander, de 28 años, recibió cinco impactos de bala, cuando se encontraba frente a su residencia, ubicada en el sector Las Marielitas de Ruiz Pineda, en Guarenas.
El hecho ocurrió a las 9:20 de la noche del miércoles y, de inmediato, familiares lo trasladaron hasta la emergencia del Seguro Social a bordo de un vehículo blanco al que le pidieron la colaboración, pero falleció a los pocos minutos de su ingreso.
Los deudos desconocen quién lo atacó, pero presumen que fue un enemigo que había tenido rencillas con él hace varios meses.
Sólo escucharon las detonaciones, acompañadas de gritos de auxilio. Caraballo no se pudo levantar y allí quedó, mal herido.
Residentes de la localidad explicaron que los ataques del hampa son constantes, lo que los ha obligado a encerrarse muy temprano en sus viviendas. Aseguran, que desde que se retiró una comisión de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), que pernoctaba en un módulo local, el auge de la delincuencia ha ido aumentando sin control.
Pese a que han solicitado presencia policial, no ha habido respuesta y los maleantes se aprovechan para cometer sus vandalismos. DRM
Yefri Ramón Caraballo Lander, de 28 años, recibió cinco impactos de bala, cuando se encontraba frente a su residencia, ubicada en el sector Las Marielitas de Ruiz Pineda, en Guarenas.
El hecho ocurrió a las 9:20 de la noche del miércoles y, de inmediato, familiares lo trasladaron hasta la emergencia del Seguro Social a bordo de un vehículo blanco al que le pidieron la colaboración, pero falleció a los pocos minutos de su ingreso.
Los deudos desconocen quién lo atacó, pero presumen que fue un enemigo que había tenido rencillas con él hace varios meses.
Sólo escucharon las detonaciones, acompañadas de gritos de auxilio. Caraballo no se pudo levantar y allí quedó, mal herido.
Residentes de la localidad explicaron que los ataques del hampa son constantes, lo que los ha obligado a encerrarse muy temprano en sus viviendas. Aseguran, que desde que se retiró una comisión de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), que pernoctaba en un módulo local, el auge de la delincuencia ha ido aumentando sin control.
Pese a que han solicitado presencia policial, no ha habido respuesta y los maleantes se aprovechan para cometer sus vandalismos. DRM
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