La Policía ha detenido a un joven que, tras maltratar a su novia, menor de edad, simuló haber sido víctima de un robo con violencia. El relato policial de los hechos se remonta al 26 de octubre, día en que un hombre y su hija de 16 años se personaron en Comisaría para denunciar el atraco que había sufrido la chica esa madrugada en Colloto, mientras estaba con su novio de 20 años. En el supuesto encuentro con los ladrones, la chica había sufrido un golpe en la cara y presentaba un llamativo hematoma.
La adolescente relató a la Policía que, hacia la una de la madrugada, cuando ella y su novio iban a buscar el coche, aparcado cerca de la calle Río Nora de Colloto, fueron abordados por un hombre con una navaja y una mujer. Los ladrones, contó la chica, les exigieron que entregasen todo lo que llevaban. Su novio, contó, se enfrentó al hombre y recibió una patada. A ella la mujer le propinó un puñetazo en la cara mientras la mantenía agarrada de un brazo. Añadió que los ladrones los dejaron en paz cuando su novio entregó 50 euros. La joven llegó a su casa negándose rotundamente a denunciar el robo, pero tuvo que ceder ante la insistencia de su padre en ir a Comisaría.
Una hora después de que la chica denunciara el atraco apareció el novio en Comisaría con la misma historia que ella había contado.
Lo que primero llamó la atención de la Policía judicial durante la investigación fue la desproporción de las lesiones de la menor. Era visible un traumatismo en su ojo izquierdo con un hematoma y un edema en los párpados superior e inferior del ojo, además de un hematoma con la marca de cuatro dedos en el brazo derecho que tuvo que ser causado por una mano lo suficientemente grande y fuerte para ejercer tanta presión, difícilmente de una mujer. Curiosamente, el novio no presentaba ninguna lesión por la patada recibida. En la reconstrucción de los hechos, por separado, la pareja se contradijo. Luego, al revisar los antecedentes del chico comprobaron que había sido detenido tres veces, una de ellas por agredir a su anterior novia.
La familia de la menor confirmó que no era la primera vez que llegaba con golpes. Ella siempre los justificaba con accidentes, pero su padre sospechaba que estaba siendo maltratada por su novio.
Finalmente, el chico, S. F. C., nacido y residente en Oviedo, fue detenido como presunto autor de una simulación de delito y un delito de malos tratos. Quedó en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de la menor. Ella mantiene su primera versión de los hechos y se niega a denunciarlo. Su padre ha solicitado una orden de protección para ella que le ha sido concedida.
La adolescente relató a la Policía que, hacia la una de la madrugada, cuando ella y su novio iban a buscar el coche, aparcado cerca de la calle Río Nora de Colloto, fueron abordados por un hombre con una navaja y una mujer. Los ladrones, contó la chica, les exigieron que entregasen todo lo que llevaban. Su novio, contó, se enfrentó al hombre y recibió una patada. A ella la mujer le propinó un puñetazo en la cara mientras la mantenía agarrada de un brazo. Añadió que los ladrones los dejaron en paz cuando su novio entregó 50 euros. La joven llegó a su casa negándose rotundamente a denunciar el robo, pero tuvo que ceder ante la insistencia de su padre en ir a Comisaría.
Una hora después de que la chica denunciara el atraco apareció el novio en Comisaría con la misma historia que ella había contado.
Lo que primero llamó la atención de la Policía judicial durante la investigación fue la desproporción de las lesiones de la menor. Era visible un traumatismo en su ojo izquierdo con un hematoma y un edema en los párpados superior e inferior del ojo, además de un hematoma con la marca de cuatro dedos en el brazo derecho que tuvo que ser causado por una mano lo suficientemente grande y fuerte para ejercer tanta presión, difícilmente de una mujer. Curiosamente, el novio no presentaba ninguna lesión por la patada recibida. En la reconstrucción de los hechos, por separado, la pareja se contradijo. Luego, al revisar los antecedentes del chico comprobaron que había sido detenido tres veces, una de ellas por agredir a su anterior novia.
La familia de la menor confirmó que no era la primera vez que llegaba con golpes. Ella siempre los justificaba con accidentes, pero su padre sospechaba que estaba siendo maltratada por su novio.
Finalmente, el chico, S. F. C., nacido y residente en Oviedo, fue detenido como presunto autor de una simulación de delito y un delito de malos tratos. Quedó en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de la menor. Ella mantiene su primera versión de los hechos y se niega a denunciarlo. Su padre ha solicitado una orden de protección para ella que le ha sido concedida.
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