El ex comisario tucumano Mario Oscar "Malevo" Ferreyra, de 63 años, se suicidó hoy de un disparo en la cabeza, luego de que la Justicia federal ordenara su detención en una causa por violación a los derechos humanos.
El juez federal Daniel Bejas había ordenado su captura el 11 de noviembre en línea con la recomendación de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán. En la misma orden se pedía la detención de Francisco “Pancho” Orce. Ambos están acusados de haber secuestrado a Carlos Osores y haber violado a Graciela Osores durante la última dictadura militar.
La Gendarmería fue a buscarlo hoy a su casa de San Andrés. Allí se trepó a un tanque de agua, se despidió de María, su mujer, y se dispartó en la cabeza.
Las imputaciones surgieron del fallo que condenó el 17 de septiembre pasado a los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez, entre otros, en el marco de la megacausa del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde funcionaba un centro clandestino de detención.
Como tras la primera orden detención ninguno de los acusados fue hallado en sus domicilios, el juez emitió un nuevo pedido de captura el 17 de noviembre. Según los medios tucumanos, luego de conocer la medida de la Justicia Ferreyra amenazó a los testigos de la causa.
Ayer, en declaraciones a la radio LV12 había dicho: “No soy ningún perro ni chancho para que me quieran encerrar. Nadie puede volver injustamente a la cárcel”.
Ferreyra estaba cumpliendo una condena por tres homicidios, aunque tenía permiso para salidas laborales. En 1991, cuando era jefe de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán acribilló a José Menéndez, Hugo Vera y Ricardo Andrada, a pesar de que él había dicho que se trató de un enfrentamiento.
En 1993 fue condenado a prisión perpetua por ese hecho. Luego se fugó y en dos meses fue recapturado. Y en 1996 el entonces gobernador Antonio Domingo Bussi le redujo la pena a 20 años, por lo que debía permanecer preso hasta 2013.
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