sábado, 10 de abril de 2010

Dos detenidos por matar al portero de un club de alterne

Los presuntos homicidas fueron localizados por la policía una hora después del crimen cuando salían de otro local similar en Finestrat


J. A. MARTÍNEZ/ J. MARÍN ALFAZ DEL PI

Dos hombres fueron detenidos en la madrugada de ayer por la muerte a navajazos del portero de un club de alterne de La Estrada en Alfaz del Pi, según confirmaron fuentes policiales. Los sospechosos fueron interceptados una hora después del crimen por la Policía cuando salían de otro local de alterne de Finestrat, donde se habían ido a continuar la fiesta. Los arrestados son dos delincuentes habituales con numerosos antecedentes y, según las primeras hipótesis, la causa de la agresión mortal fue una discusión al tratar de acceder al local.

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada de ayer viernes en el club de alterne Secret de La Estrada. Tras comenzar la riña, de repente, uno de ellos sacó una navaja de grandes dimensiones y comenzó a apuñalar al encargado de seguridad en repetidas ocasiones. El hombre recibió hasta tres cuchillazos, y uno de ellos le alcanzó en el corazón lo que ocasionó que murera prácticamente en el acto.

Una dotación del Samu trató en vano de reanimarle, pero los esfuerzos fueron inútiles dada la gravedad de las heridas que había sufrido. La víctima es un español de 51 años, de iniciales F. F. G.

Los dos sospechosos se dieron a la fuga precipitadamente en un coche de color azul. Entre tanto, la Guardia Civil de Altea comunicó los datos del vehículo así como los datos físicos de los dos presuntos homicidas al resto de cuerpos policiales. De esta manera, se activó la operación jaula, en la que las fuerzas de seguridad colocaron controles en los principales accesos a las localidades vecinas.

Las dotaciones de la Comisaría de Benidorm encontraron el coche sospechoso cuando salía del aparcamiento del club de alterne Mesalina, en Finestrat, y pretendía dirigirse hacia el centro de Benidorm. La Policía indicó que los dos ocupantes coincidían con la descripción física de los sospechosos. En el momento de la detención el conductor intentó arrojar el arma todavía ensangrentada.

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