jueves, 25 de febrero de 2010

El 'hipermercado de la droga' desmantelado en Madrid tenía párking y sala de vudú


Otros de los servicios con los que contaba la llamada 'casa-búnker' de la droga son un aparcamiento, señalética para identificar el recorrido, salas de fumadores, puertas acorazadas en forma de esclusas y un sofisticado sistema de videovigilancia

La venta de droga no cesa de sorprender con medios cada vez más innovadores. El 'hipermercado de la droga' desmantelado en la localidad madrileña de Valdemingómez contaba con todo tipo de servicios como un parcamiento, sala de vudú o un sofisticado sistema de videovigilancia.

La investigación de la 'Operación Taller' comenzó el 26 de julio pasado en esta zona de la Cañada Real Galiana y culminó hace una semana, dando como resultado la detención de 13 personas y la incautación de más de un kilogramo de cocaína, hachís, 600 gramos de heroína y más de 12.000 euros, correspondientes a la cantidad recaudada en uno de los turnos de venta de droga en pequeñas cantidades o menudeo que allí se practicaba.

Los traficantes detenidos eran viejos conocidos de la Policía y recibían en apodo de 'Los Gordos', un clan gitano fuertemente organizado y jerarquizado, dirigido por dos mujeres, que eran las que repartían las sustancia estupefacientes y cuyas órdenes seguían 'férreamente' el resto, según señaló hoy el jefe del Grupo XIV de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), que ha dirigido la operación.

Con todos los indicios y pruebas obtenidas y con la preceptiva orden judicial, una treintena de agentes se acercaron a la parcela el día 17. Una vez allí utilizaron arietes y otros instrumentos para sortear las seis puertas acorazadas, con mirillas y grandes cerrojos, que tenían que traspasar los drogodependientes para llegar a la habitación principal y conseguir su dosis.

De hecho, cada puerta, que estaba sellada y tenía 10 centímetros de grosor, estaba custodiada por uno de los miembros del clan. Además, la parcela estaba organizada como un búnker, repleto de cámaras de seguridad en miniatura conectadas a un sistema de televisión por circuito cerrado, que estaba siendo vigilado constantemente.

'La impunidad del clan era conocida y pretendida', señaló el jefe policial. Una vez en el interior, los agentes detuvieron a los dirigentes del plan. Junto a ellos había 40 personas adquiriendo droga y 80 personas más consumiéndola. A este ritmo y con una parcela abierta las 24 horas del día, se calcula que podían pasar por allí mas de mil personas diarias, en lo que se puede calificar el punto de venta de drogas a pequeña escala más importante de la región y uno de los más grandes de España.

'Modus Operandi'

La banda detenida estaba compuesta por tres personas que se posicionaban en la puerta exterior, situada en el número 54 de la vía pecuaria, donde informaban a los toxicómanos de su 'tienda', filtraban a los compradores y avisaban de la presencia policial. Además, advertían a los clientes del aparcamiento que tenían a su disposición en una explanada anexa.

Una vez pasadas las seis puertas, custodiadas a su vez por sendos miembros del clan, los consumidores accedían a un habitación principal, donde se tenían que colocar en fila india hasta que llegara su turno de compra. De hecho, habían colocado unos pivotes, como en el aeropuerto, para que no hubiera problemas y todos respetaran el orden de llegada.

El puesto de venta estaba dirigido por varias mujeres, organizadas en tres turnos de dos a lo largo del día. A su lado exhibían una hoja firmada por 'La Dirección', que les señalaba las normas a seguir para desarrollar su trabajo. Junto a las mujeres, los agentes observaron cuatro platos con recortes circulares que aislaban la droga en cuatro partes: cocaína, heroína, mezcla de ambas y hachís. A la izquierda se encontraba un canastillo de mimbre con dinero que, cuando rebasaba, era introducido una caja fuerte con una hendidura para introducir billetes, al estilo de un supermercado.

Tras adquirir la droga, los toxicómanos podían acudir a habitaciones perfectamente preparadas para consumir la droga. De hecho, en todo el recinto había indicaciones y carteles en los que se leía 'Zona de fumadores' para delimitar estas habitaciones. 'Se podía decir que era un centro comercial', indicó el representante de la Policía.

Por otro lado, los policías también encontraron en la parcela una habitación con altares, diferentes vasos con líquidos, cigarros puros a medio consumir, velas, atillos con diferentes productos, donde supuestamente se realizaban rituales de budú.

Los detenidos, que contaban con antecedentes por tráfico de drogas, no colaboraron con la Policía y fueron puestos a disposición judicial. La parcela que utilizan como punto de venta de drogas fue derribada días después por orden judicial.

1 comentario:

lalalala dijo...

todo es mentira los gordos siguen vendiendo en otra casa, la policia recibe ocasionalmebnte dinero y eso hace que puedan actuar con impunidad.
ademas cubren noticia pero el que se droga sabe que eso es mentira pues ellos estan libremente vendiendo.