Ayer fue hallado el cuerpo de Enma Peña Valencia, en Barquisimeto
El cuerpo de la infortunada fue hallado en una zanja con un disparo en la espalda (Diario El Informador)
Barquisimeto.- Vecinos y familiares no guardan un buen recuerdo de Enma Peña Palencia, alegan que no era el mejor ejemplo para sus trece hijos, pero aseguran que tampoco merecía ser asesinada por la espalda, y aparecer, luego de varios días, entre la tierra y la maleza, casi a punto de descomponerse, a un lado de la Circunvalación Norte, vía expresa que cruza a Barquisimeto de oeste a este.
Tenía 41 años, una larga historia de infortunios e informes sociales en su contra, de compañías dudosas y problemas con las drogas, lo que posiblemente originó que su vida terminara con un tiro y abandonada en un zanjón.
Vivía a la salida de Mercabar, al extremo oeste de la ciudad y su cuerpo fue localizado bastante lejos de allí. Enma tenía ocho hermanos, pero estaba distanciada desde hacía tiempo de sus familiares por los continuos problemas que tenía, sin embargo, Dilcia Pastora, una de las hermanas explicó que la víctima pudiera encontrarse en la zona, ya que por las inmediaciones vivía su actual pareja.
Por su parte, el compañero sentimental de la mujer asesinada, rindió declaraciones ante el Cicpc, en donde al parecer ofreció información sobre el círculo de amistades de la víctima.
De igual manera, los funcionarios del Cicpc realizan las pesquisas en torno a los delincuentes que frecuentan y residen en el sector Los Mochuelos, lugar donde apareció el cadáver.
Enma Peña se convirtió así en la sexta mujer asesinada en el estado Lara en lo que va de año. Las hipótesis en este caso aún se investigan.
Sin embargo, dos de los otros cinco casos son por violencia intrafamiliar y tres por venganza. Es por ello que la Alcaldía de Iribarren emprendió desde el año pasado una agresiva campaña sobre la violencia en contra de la mujer. 2009 cerró con 44 mujeres asesinadas, cuatro menos que el 2008, que registró 48 decesos.
La primera víctima La primera víctima del año fue Dismery Coromoto Aguilar Galíndez, de 29 años de edad, hecho ocurrido en la madrugada del primero de enero en el sector conocido como el Callejón del Diablo, en la población de Río Claro, a 45 minutos de Barquisimeto.
La joven fue asesinada junto a su marido por unos sujetos que pasaron en un vehículo cuando la pareja se encontraba conversando al frente de su casa, se presume el sicariato o venganza.
Ese mismo día, Mirla Josefina Moret, de 26 años, fue atacada y asesinada con un pico y un punzón por su esposo Rafael Santana, quien luego de cometer el hecho se dio a la fuga y aún continúa prófugo.
La pareja residía en el barrio La Lucha, un sector populoso del oeste de Barquisimeto.
Pocos días después, fallecía en el hospital Antonio María Pineda, luego de varios días de agonía, Elsy Manuela Piña, de 41 años de edad, muerta también a manos de su marido, identificado como Henri Gustavo Goyo. El drama pasional tuvo lugar en la vivienda de ambos en la urbanización Patarata, un sector humilde del este de la ciudad.
Posteriormente, Melania Velásquez Chirinos, de 64 años y Luz Rosario Velásquez, de 32 años, madre e hija fueron víctimas de una venganza y sicariato, cuando varios sujetos pensando que los habían denunciado a la policía decidieron acabar con sus vidas en su barrio Vista Hermosa, en Tierra Negra, al noreste de Barquisimeto.
Tenía 41 años, una larga historia de infortunios e informes sociales en su contra, de compañías dudosas y problemas con las drogas, lo que posiblemente originó que su vida terminara con un tiro y abandonada en un zanjón.
Vivía a la salida de Mercabar, al extremo oeste de la ciudad y su cuerpo fue localizado bastante lejos de allí. Enma tenía ocho hermanos, pero estaba distanciada desde hacía tiempo de sus familiares por los continuos problemas que tenía, sin embargo, Dilcia Pastora, una de las hermanas explicó que la víctima pudiera encontrarse en la zona, ya que por las inmediaciones vivía su actual pareja.
Por su parte, el compañero sentimental de la mujer asesinada, rindió declaraciones ante el Cicpc, en donde al parecer ofreció información sobre el círculo de amistades de la víctima.
De igual manera, los funcionarios del Cicpc realizan las pesquisas en torno a los delincuentes que frecuentan y residen en el sector Los Mochuelos, lugar donde apareció el cadáver.
Enma Peña se convirtió así en la sexta mujer asesinada en el estado Lara en lo que va de año. Las hipótesis en este caso aún se investigan.
Sin embargo, dos de los otros cinco casos son por violencia intrafamiliar y tres por venganza. Es por ello que la Alcaldía de Iribarren emprendió desde el año pasado una agresiva campaña sobre la violencia en contra de la mujer. 2009 cerró con 44 mujeres asesinadas, cuatro menos que el 2008, que registró 48 decesos.
La primera víctima La primera víctima del año fue Dismery Coromoto Aguilar Galíndez, de 29 años de edad, hecho ocurrido en la madrugada del primero de enero en el sector conocido como el Callejón del Diablo, en la población de Río Claro, a 45 minutos de Barquisimeto.
La joven fue asesinada junto a su marido por unos sujetos que pasaron en un vehículo cuando la pareja se encontraba conversando al frente de su casa, se presume el sicariato o venganza.
Ese mismo día, Mirla Josefina Moret, de 26 años, fue atacada y asesinada con un pico y un punzón por su esposo Rafael Santana, quien luego de cometer el hecho se dio a la fuga y aún continúa prófugo.
La pareja residía en el barrio La Lucha, un sector populoso del oeste de Barquisimeto.
Pocos días después, fallecía en el hospital Antonio María Pineda, luego de varios días de agonía, Elsy Manuela Piña, de 41 años de edad, muerta también a manos de su marido, identificado como Henri Gustavo Goyo. El drama pasional tuvo lugar en la vivienda de ambos en la urbanización Patarata, un sector humilde del este de la ciudad.
Posteriormente, Melania Velásquez Chirinos, de 64 años y Luz Rosario Velásquez, de 32 años, madre e hija fueron víctimas de una venganza y sicariato, cuando varios sujetos pensando que los habían denunciado a la policía decidieron acabar con sus vidas en su barrio Vista Hermosa, en Tierra Negra, al noreste de Barquisimeto.
Marla Prato
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
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