Ever Verdú deploró los altos índices de inseguridad (Gabriela Pulido)
A las seis de la mañana del pasado domingo los vecinos del bloque 12, sector Sierra Maestra de la parroquia 23 de Enero, hallaron el cadáver de un hombre que presentaba 80% de carbonización tras ser incendiado por sus homicidas.
Por el aspecto las autoridades pensaron que se trataba de un indigente y ordenaron su traslado a la medicatura forense de Bello Monte para tratar de identificarlo. El viernes, cinco días después, llegaron al depósito de cadáveres los angustiados familiares del distinguido de la Policía Metropolitana Eliomar Verdú Peña, donde lograron identificarlo gracias a un tatuaje que llevaba en un brazo.
Dijeron que se encontraba desaparecido desde el sábado de la pasada semana. Regresaba con unos amigos de los Valles del Tuy luego de asistir a una fiesta. En su Chevrolet Aveo de color negro dejó a un amigo en la parroquia El Valle y se dirigía a su casa, situada en el bloque 50 de la parroquia 23 de Enero. Los criminales lo despojaron de su auto, de sus credenciales y de su arma de reglamento.
Testigos informaron a detectives de la Subdelegación Oeste del Cicpc que observaron cuando arrojaron un cuerpo al pavimento y le prendieron fuego. Antes de huir le propinaron unos tiros de gracia. Ever Verdú, hermano de la víctima, dijo que estaban muy angustiados por su desaparición y que el pasado miércoles decidieron denunciar el caso en el Cicpc.
"La delincuencia está arropando a este gobierno. Cada día la cosa se pone peor. Si hacen eso con los policías", dijo el señor Verdú.
La víctima dejó huérfanos a dos hijos, de siete y nueve años de edad. Estaba adscrito al Centro de Coordinación Policial de la parroquia Coche. Trabajó durante doce años en la PM.
Por el aspecto las autoridades pensaron que se trataba de un indigente y ordenaron su traslado a la medicatura forense de Bello Monte para tratar de identificarlo. El viernes, cinco días después, llegaron al depósito de cadáveres los angustiados familiares del distinguido de la Policía Metropolitana Eliomar Verdú Peña, donde lograron identificarlo gracias a un tatuaje que llevaba en un brazo.
Dijeron que se encontraba desaparecido desde el sábado de la pasada semana. Regresaba con unos amigos de los Valles del Tuy luego de asistir a una fiesta. En su Chevrolet Aveo de color negro dejó a un amigo en la parroquia El Valle y se dirigía a su casa, situada en el bloque 50 de la parroquia 23 de Enero. Los criminales lo despojaron de su auto, de sus credenciales y de su arma de reglamento.
Testigos informaron a detectives de la Subdelegación Oeste del Cicpc que observaron cuando arrojaron un cuerpo al pavimento y le prendieron fuego. Antes de huir le propinaron unos tiros de gracia. Ever Verdú, hermano de la víctima, dijo que estaban muy angustiados por su desaparición y que el pasado miércoles decidieron denunciar el caso en el Cicpc.
"La delincuencia está arropando a este gobierno. Cada día la cosa se pone peor. Si hacen eso con los policías", dijo el señor Verdú.
La víctima dejó huérfanos a dos hijos, de siete y nueve años de edad. Estaba adscrito al Centro de Coordinación Policial de la parroquia Coche. Trabajó durante doce años en la PM.
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