sábado, 16 de enero de 2010

VENEZUELA. Dos policías tirotean a distinguido y después acusaron al hampa


Los uniformados dijeron que había sido víctima de unos ladrones

El cadáver del distinguido Mogollón Hernández fue entregado por la morgue de Bello Monte (Gabriela Pulido)

Un cabo II y un agente de la Policía Metropolitana quedaron formalmente detenidos luego de que asesinaran a su compañero de trabajo, el distinguido Roy Antony Mogollón Hernández, y simularan después que fueron otros quienes lo mataron para confundir al Cicpc.

Los detectives hallaron al infortunado distinguido en una acera de la avenida San Martín en horas de la mañana del pasado jueves luego que recibieran una llamada de emergencia.

Sus compañeros alegaron que el uniformado consumía bebidas alcohólicas con ellos en un apartamento del piso 25 del edificio Palo Grande, esquina de Palo Grande, cuando recibió una llamada telefónica y decidió bajar para arreglar un problema.

Dijeron que debido a que tardaba en regresar, optaron por bajar a la planta baja y localizaron el cadáver con un disparo en la región abdominal. Aseguraron que había sido víctima de asaltantes del sector y que los criminales habían huido antes de que ellos llegaran a la planta baja.

Sin embargo, los vecinos de la zona orientaron las pesquisas. Declararon a los detectives de la División contra Homicidios que habían escuchado una detonación dentro del apartamento y minutos después observaron que bajaban un bulto por el ascensor.

El cabo II, Yomar Vásquez y el agente José Mota, ambos adscritos a la Dirección de Orden Público de la Policía Metropolitana, cayeron en contradicciones. Tras los interrogatorios, Vásquez admitió haber ultimado a su compañero de manera accidental dentro del ascensor cuando la víctima, en estado de embriaguez, pretendía quitarle su arma. Después urdieron un plan para despistar a los detectives del Cicpc. Todos ellos laboran en el mismo departamento y al salir del trabajo decidieron comprar unas bebidas y acudir al apartamento de Vásquez.

Un vigilante de la zona declaró haber observado a los funcionarios cuando llegaban al edificio. Señaló que presentaban aspecto de estar bajo los efectos del alcohol.

En el interior del apartamento los funcionarios realizaron un peritaje de orientación conocido como luminol, el cual resultó positivo. Los imputados lavaron la sangre y la experticia terminó por desvirtuar su versión. Los detectives solicitaron a la Policía Metropolitana que pusiera a los funcionarios a las órdenes del Ministerio Público, instancia que decidirá el momento cuando serán presentados en los tribunales penales. La pareja de policías fue sometida a experticias toxicológicas.

Trascendió que la muerte del infortunado policía se produjo con su propia arma de reglamento. El cadáver fue trasladado a la ciudad de Maracay para ser inhumado en presencia de sus familiares.

El distinguido Mogollón Hernández dejó dos hijos huérfanos. residía a cuatro cuadras de la Comandancia General de la Policía Metropolitana, en Cotiza; estudiaba quinto semestre en la Escuela Nacional de Hacienda y era técnico medio en Higiene y Seguridad Industrial. Los detenidos serán presentados en los tribunales de Control.


Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL

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