La víctima tenía previsto marcharse del país debido a la inseguridad
Familiares de víctimas esperan en la morgue (Venancio Alcázares)
Una pareja de antisociales que se desplazaban en una motocicleta asesinaron a tiros al comerciante de origen español Feliciano Salas la noche del pasado domingo en la calle Humboldt de Bello Monte.
Los parientes de la víctima de 63 años informaron que el ciudadano europeo llegaba a su apartamento, ubicado en el edificio Tasso, cuando los delincuentes intentaron despojarlo de su camioneta Volkswagen, pero opuso resistencia.
Era el propietario de una empresa textilera denominada Cortinas Madrid, situada en el sector Chapellín. "Mi tío era muy terco y no se iba a dejar robar, por eso tiene magulladuras", dijo Ignacio Mora, sobrino de la víctima.
Los familiares del comerciante español denunciaron que se trata de la cuarta víctima que es asesinada en esa calle durante el presente mes. Salas fue trasladado a una clínica privada, ubicada en la avenida Casanova, donde ingresó sin signos vitales.
Sus amigos dijeron que se trataba de una persona emprendora y trabajadora, que llegó al país hace 50 años. Dejó huérfano a un hijo y dos nietos. Hace varias décadas comenzó a trabajar en la empresa de cortinas como obrero, luego con sus ahorros se convirtió en socio y finalmente dirigía la próspera compañía. Era oriundo de la localidad de Santander.
Sus familiares dijeron que tenía previsto regresar a España debido a la situación esconómica de Venezuela y a la precaria seguridad policial. "La pasada semana iba a viajar, pero tuvo problemas con el visado y se quedó con el pasaje en la mano", dijo su sobrino Ignacio Mora.
Recordaron que el pasado domingo se encontraba en el Club Asturiano con unos amigos con quienes jugaba al dominó, pero como perdía decidió regresar a casa un poco más temprano. Su esposa se encuentra residenciada en España desde hace cinco años. Dijeron que se marchó cansada de tantos asaltos. En las próximas horas regresa al país para estar presente en las exequias.
"Esto que estamos viviendo no son asesinatos virtuales aunque hayan prohibido los juegos de carácter bélico, pero lo que sufren los ciudadanos a diario supera cualquier realidad", dijo el señor Mora.
Amigos, familiares y compañeros de trabajo del comerciante español deploraron la situación de inseguridad por la que todos ellos atraviesan cada día. GR
Los parientes de la víctima de 63 años informaron que el ciudadano europeo llegaba a su apartamento, ubicado en el edificio Tasso, cuando los delincuentes intentaron despojarlo de su camioneta Volkswagen, pero opuso resistencia.
Era el propietario de una empresa textilera denominada Cortinas Madrid, situada en el sector Chapellín. "Mi tío era muy terco y no se iba a dejar robar, por eso tiene magulladuras", dijo Ignacio Mora, sobrino de la víctima.
Los familiares del comerciante español denunciaron que se trata de la cuarta víctima que es asesinada en esa calle durante el presente mes. Salas fue trasladado a una clínica privada, ubicada en la avenida Casanova, donde ingresó sin signos vitales.
Sus amigos dijeron que se trataba de una persona emprendora y trabajadora, que llegó al país hace 50 años. Dejó huérfano a un hijo y dos nietos. Hace varias décadas comenzó a trabajar en la empresa de cortinas como obrero, luego con sus ahorros se convirtió en socio y finalmente dirigía la próspera compañía. Era oriundo de la localidad de Santander.
Sus familiares dijeron que tenía previsto regresar a España debido a la situación esconómica de Venezuela y a la precaria seguridad policial. "La pasada semana iba a viajar, pero tuvo problemas con el visado y se quedó con el pasaje en la mano", dijo su sobrino Ignacio Mora.
Recordaron que el pasado domingo se encontraba en el Club Asturiano con unos amigos con quienes jugaba al dominó, pero como perdía decidió regresar a casa un poco más temprano. Su esposa se encuentra residenciada en España desde hace cinco años. Dijeron que se marchó cansada de tantos asaltos. En las próximas horas regresa al país para estar presente en las exequias.
"Esto que estamos viviendo no son asesinatos virtuales aunque hayan prohibido los juegos de carácter bélico, pero lo que sufren los ciudadanos a diario supera cualquier realidad", dijo el señor Mora.
Amigos, familiares y compañeros de trabajo del comerciante español deploraron la situación de inseguridad por la que todos ellos atraviesan cada día. GR
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