Tres agentes graves tras atentado en Uruapan
El Universal
Los cárteles de las drogas pasaron a la ofensiva contra las fuerzas militares, federales y estatales, en una escalada de violencia en la que los cuarteles e instalaciones de los cuerpos de seguridad, cárceles y centros de arraigo, se convirtieron en “blancos” de los ataques de los ejércitos de sicarios controlados por las organizaciones criminales.
Los grupos de sicarios son cada vez más desafiantes en sus ataques, ya que algunas de sus ofensivas armadas se dan en instalaciones con una fuerte presencia militar, aceptó la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), que ha visto caer a sus elementos en estos episodios en las últimas semanas del año.
La embestida contra instalaciones y miembros de los cuerpos de seguridad federal y local, en los últimos seis meses, se dio en al menos 9 estados, particularmente en Michoacán, donde ayer se perpetró un nuevo ataque a un cuartel en el municipio de Uruapan, en el que resultaron heridos tres policías federales.
Las acometidas de este tipo han ocurrido en Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Guanajuato, Aguascalientes, Nuevo León, Guerrero, estado de México, y especialmente en Michoacán, donde el recrudecimiento de las acciones del narco dejaron seis policías muertos, tres desaparecidos, y al menos 20 heridos, todo en las últimas 72 horas.
Las acciones, que incluyen ataques a la poblaciónm civil, tienen un mismo sello: golpes planeados, simultáneos, rápidos y en grupo, a bordo de vehículos casi siempre nuevos y veloces.
La mayoría de los ataques se realizaron con armas automáticas y de alto poder, e incluso con granadas de fragmentación.
Desde el inicio de la guerra contra los cárteles del narcotráfico declarada desde hace tres años por el gobierno federal, en la que han muerto más de 15 mil 500 personas, se han cometido asesinatos y agresiones contra militares, agentes federales y policías estatales y municpales.
Estrategia de contraataque
De acuerdo con informes oficiales de la SSP y de la Procuraduría General de la República (PGR), las organizaciones criminales adoptaron desde hace por lo menos seis meses una estrategia de contraataque de mayor envergadura, y directo a instalaciones policiacas y militares, las que se han incrementado en las últimas semana en puntos específicos del territorio nacional.
La SSP calificó estas acciones de los cárteles como de “alto impacto” y “corte terrorista”.
Esta misma opinión la comparte la representación regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que señaló que las organizaciones criminales están recurriendo a actos de terrorismo incluso contra la población, para forzar a pactos al gobierno.
En esa categoría se encuentran los atentados con granadas y armas a cuarteles, las ejecuciones en la vía pública, la exposición de cadáveres con mensajes, la difusión de amenazas contra el Ejército, gobernantes y funcionarios púbicos civiles y militares en mantas colocadas en lugares visibles y estratégicos, e incluso con fusilamientos de integrantes de bandas rivales.
La Familia Michoacana, Los Zetas, El cártel de Sinaloa, la organización de los hermanos Beltrán Leyva, el clan de los hermanos Arellano Félix, o lo mismo que el cártel de Juárez, han efectuado en las últimos días incursiones armadas contra instalaciones de seguridad, incluyendo cárceles o casas de seguridad, según documentos de la PGR.
La SSPF consideró que el aumento de la violencia contra personal e instalaciones policiales es producto de la acción y los golpes contundentes a la actividad criminal en el país.
Sólo en estos seis meses los atentados provocaron la muerte de unos 40 policías federales, estatales e incluso municipales.
Además, según la dependencia, las agresiones tienen la intención de crear una percepción de fortaleza de las organizaciones criminales en la sociedad, y forzar a un repliegue de las fuerzas de seguridad que se encuentran en sus bastiones de acción.
Como parte de esta ofensiva, se registró un nuevo ataque a instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública de Uruapan, donde resultaron heridos agentes federales que operaban desde el lugar.
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