Con el cierre de la institución se despoja a la ciudad de uno de sus símbolos básicos
Han desactivado los módulos. Funcionarios ahora laboran en carpas del Plan Caracas Segura y los comandos pasarán a la Policía Nacional (Fernando Sánchez)
El próximo mes de diciembre la Policía Metropolitana, considerado el cuerpo de seguridad más antiguo del país, quedará desalojada de sus más importantes sedes para albergar a la nueva Policía Nacional y decretarse así su virtual desaparición.
En las actas del Cabildo de Caracas de 1810 se hace alusión a un cuerpo policial que durante su historia tuvo numerosos momentos de auge. El convulsionado acontecer de la década de los años 60 obligó a unos 500 agentes de la Policía Municipal del Distrito Federal a especializarse para enfrentar el fenómeno criminal del momento, la subversión urbana.
El ex gobernador del Distrito Federal, Asdrúbal Aguiar, sostiene que el acta de defunción de la PM ya ha sido decretada. "La muerte ha sido determinada por razones fundamentalmente políticas en esa tendencia refundadora que se ha planteado, y cuyo tenor pretende reescribir la historia del país".
Aguiar, quien conoce a la PM, pues comandó la institución como gobernador, dijo que con su cierre se le quita a Caracas uno de sus fundamentales símbolos. Recordó que en el siglo XX llegó a ser comandada por el mayor Santiago Ochoa Cedeño y sus agentes tuvieron un relevante papel en la defensa del gobierno de Isaías Medina Angarita cuando era víctima del golpe del 18 de octubre.
Dijo que como consecuencia del crecimiento de la ciudad el 21 de diciembre de 1969 el presidente Rafael Caldera creó formalmente la Policía Metropolitana que tendría jurisdicción en el Distrito Federal y el Distrito Sucre del estado Miranda. Se inició con 6.700 agentes y 400 radiopatrullas.
Elevada a carrera universitaria
Luego se acordó entregarle el comando de la PM a oficiales de la Guardia Nacional. Aguiar dijo que la idea -criticada para el momento- era evitar que civiles activistas políticos ocuparan ese cargo y opacaran la función policial. Recordó que en 1981 el Comando de Instrucciones Policiales es elevado a Instituto Universitario, cuyos egresados salían con el título de licenciados en Ciencias Policiales. De allí salieron los comisarios Henry Vivas y Lázaro Forero, quienes luego obtuvieron otras carreras universitarias. Ambos en la actualidad se encuentran detenidos en la Disip y aseguran ser presos políticos del régimen. De los 164 módulos, construidos durante la gestión del gobernador Virgilio Ávila Vivas, 113 están abandonados en la actualidad y ocupados por indigentes y delincuentes.
El 4 de febrero de 1992 los agentes de la PM salieron a las calles junto con el Ejército para restablecer el orden constitucional que había sido fracturado por la asonada militar comandada por Hugo Chávez.
El 9 de diciembre de 2003, durante la gestión del alcalde mayor, Alfredo Peña, la PM fue intervenida con tanquetas y el Darfa incautó todas las armas largas. Dos meses antes, un grupo de policías que se identificaban como "chavistas", tomaron la Comandancia de Cotiza y otras siete comisarías. Tras largas negociaciones, los tomistas fueron desalojados.
Traspaso al MIJ
Durante la gestión del alcalde Juan Barreto otro lote de ex policías que había sido expulsado por actos ilícitos fue reincorporado y se le asignaron puestos de comando. Además ingresaron miembros del llamado grupo Tupamaro. Barreto, antes de entregar el cargo, traspasó la PM al Ministerio del Interior.
El 15 de febrero de 2008, durante el acto de traspaso de la PM al MIJ, el ministro Ramón Rodríguez Chacín indicó que la nueva policía debía tener un "espíritu socialista: en concreto debe ser bolivariana, revolucionaria, insurgente y subversiva".
Desde hace un año los funcionarios consideran que el servicio policial ha sido informalizado. Fueron relegados a 32 carpas en el marco del plan maestro Caracas Segura. Sólo once de las 240 patrullas que se adquirieron en 2002 funcionan. De los 1.300 policías operativos que salen a diario, 500 están en las carpas y 700 prestan servicios como escoltas. Además, fueron desalojados de cinco comandos para ubicar a la Policía Nacional.
Aguiar concluye que una policía no se funda como si fueran salchichas, "ni en 90 días ni en cursos de seis meses" .
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
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