61 cuerpos ingresaron a la morgue entre viernes y domingo a causa de la violencia
Por la gran cantidad de fallecidos en la morgue de Bello Monte los familiares se aglomeraban (Fernando Sánchez)
A Alexandra García, de 19 años, querer comerse una hamburguesa le costó la vida. Cerca de la medianoche del sábado, ella y su esposo salieron de su casa en el sector San José, en Kennedy, para recorrer la media cuadra que los separaba del puesto de comida. De regreso a casa un grupo de sujetos salió disparando de un callejón.
El esposo de Alexandra echó a correr junto a ella, pero en un instante volvió la mirada y la descubrió tirada en el suelo con un disparo en la espalda, más allá dos personas más habían quedado heridas.
Aunque la llevaron al Pérez Carreño, falleció a las 4:30 de este domingo. Su papá, Jonathan García, explica que ella vivía en la zona con su esposo y su niña de cinco años, y cerca viven su mamá y su abuela.
"Yo jamás pensé que esto me pasaría. La inseguridad es horrible y las autoridades no hacen nada. Deberían dejar la pelea porque la violencia es para ellos y para nosotros", comentó García.
Triple homicidio en 23
Erick Caravallo, de 26 años, estaba la madrugada del domingo en la calle La Libertad de El Observatorio compartiendo con amigos cerca de su casa, pero alrededor de las 4:00 a.m. fue a comprar una botella de licor. Al mismo tiempo, su amigo, Carlos Enrique Capdevilla, de 23 años, pasaba por el lugar de regreso en una moto cuando varios sujetos llegaron disparando.
Carlos murió de al menos ocho impactos, mientras que Erick logró esconderse. Cuando vio que los disparos habían cesado salió de su refugio y se encontró con los asesinos, quienes al verlo le dijeron "ah, estabas escondido" y le dispararon en dos ocasiones.
En el mismo hecho pereció Will Pérez, de 28 años, quien era asistente administrativo de Mintur y según su papá, Jaime Salón, también era dirigente vecinal de la zona y miembro del colectivo José Leonardo Chirino.
De acuerdo con la investigación policial, al lugar llegaron varios sujetos con distintas armas. Todos ellos dispararon.
También la noche del sábado, Jesús Manuel Urbina Hernández, de 26 años, estaba celebrando en casa de un familiar el cumpleaños de su hermano de 21 años, cuando siete sujetos de una banda de la zona llegaron a la casa entre las esquinas de Pistola a Quebrada, en el sector El Manicomio, en La Pastora.
Los sujetos separaron a las damas de los varones e hicieron a estos últimos poner los brazos en alto. Bastó que Urbina hiciera una expresión de molestia por la situación para que uno de los sujetos le dijera "ah, éste está rebotao" y le dio un tiro en la ingle. El hermano de Urbina intervino y los sujetos se marcharon.
El joven fue trasladado al hospital de Lídice, pero allí esperó dos horas, pues no había anestesiólogo. Él, que trabajaba como personal de seguridad en el Ministerio de Agricultura y Tierras, pagaba un seguro, así que insistía en que lo llevaran a una clínica, pero no lo hicieron. Dos horas después de su llegada vino una ambulancia para llevarlo al Pérez Carreño, pero allí falleció.
Su mamá, Yadira Hernández, quien trabaja en el hospital de Lídice, lamenta no haber podido llegar. Dice que en parte su hijo murió por la crisis hospitalaria y también por "la delincuencia desatada que llega a robar y a disparar, uno no puede hacer ni una reunión". Urbina, quien estaba haciendo su tesis de Informática y se graduaría este año, dejó un bebé de 3 años y a su esposa embarazada.
Sólo entre las 6:00 a.m. del viernes y la misma hora del domingo a la morgue ingresaron 61 víctimas por muertes violentas. De éstas, nueve fallecieron en accidentes de tránsito y al menos 50 fueron por homicidio.
Laura Dávila Truelo
EL UNIVERSAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario