domingo, 22 de noviembre de 2009

VENEZUELA. Cuarto policía metropolitano asesinado estaba de reposo en su casa


56 efectivos policiales han sido abatidos en el 2009, solo esta semana fueron seis

Los funcionarios policiales dicen sentirse tan o más vulnerables que el ciudadano común (Carlos García Rawlins/REUTERS)

Los dos sujetos que la noche del viernes asesinaron al distinguido de la Policía Metropolitano Leber Bienvenido Morelos Vera, de 28 años, no sabían que rompían un récord en la historia de ese cuerpo policial y del país: es la primera vez que cuatro metropolitanos, todos de la brigada motorizada, son asesinados en una misma semana, más aún porque ninguno de ellos murió en cumplimiento de su deber.

La cifra no queda allí: además, en la semana en Gran Caracas fueron asesinados un efectivo de la Disip y un funcionario de la Policía de Vargas, lo que eleva a seis los policías muertos.

Ante ese récord el ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami, en rueda de prensa, se dedicó a hablar de la política colombiana y su gobierno usando como excusa a "la Perla" miembro de las Autodefensas Unidas de Colombia que fue detenida en Maracaibo; y mientras a gritos los periodistas le preguntaban sobre los policías fallecidos, el ministro escapaba de la obligación de responder.

Una hora más tarde, el director del Cicpc, comisario Wilmer Flores Trosel, envió un comunicado explicando que la División contra Homicidios estaba realizando las investigaciones sobre la muerte de Morelos, y que las pesquisas del homicidio del sargento primero asesinado ayer están adelantadas.

Morelos estaba frente a su casa, la número 93, en el barrio Carpintero de Petare. Eran las 10:30 pm, lavaba un carro junto a dos vecinos cuando dos sujetos que pasaban en una moto Jaguar le dispararon. Recibió un solo tiro en el intercostal, y aunque lo trasladaron al hospital Pérez de León, falleció.

Algunos de sus compañeros de la brigada explicaron que Morelos estaba de reposo desde hacía dos años, pues en un procedimiento en el barrio Las Luces de El Cementerio recibió siete disparos. Uno de ellos le afectó gravemente la rodilla y aún estaba en rehabilitación. El efectivo dejó un hijo de dos años.

Los más vulnerables La mañana de este sábado, en las radios de sus compañeros aún se hablaba de los detalles del entierro del sargento primero Eduardo García Tarciso, de 45 años. Algunos de sus compañeros que solicitaron no ser identificados comentaron "la gente cree que por ser uno policía está más seguro y lo cierto es que en estos días nosotros corremos más peligro. a uno se le desploma la vida en un segundo".

Comprendiendo la incapacidad policial de contener el hampa, uno de los funcionarios comentaba en voz baja: "Uno le dice a la gente que no cargue efectivo, que no vaya de compra a los mercados, es preferible pagar un poco más en un centro comercial y así estar seguros".

Además de los fallecidos, el viernes en la noche fue herido José Cae, funcionario de la División contra Drogas del Cicpc. Los efectivos estaban verificando una información en la calle 2 de El Valle, sector Los Aguacaticos, cuando se encontraron con miembros de la banda de "el William". En el intercambio de disparos murieron dos de los integrantes de esa organización, mientras Cae resultó herido.

Y aunque en el pasado, la resolución de la muerte de un efectivo era casi inmediata, de los 56 casos de policías asesinados en la capital en 2009 sólo se han resuelto cinco. Entre los metropolitanos, menos de la mitad de las 34 víctimas estaban de servicio, y la forma en que han muerto apunta a las venganzas.

Laura Dávila Truelo
EL UNIVERSAL

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