Sin pistas ni rastros de 4 jóvenes vistos por última vez en mayo en Palo Verde
El miércoles 13 de mayo Yeral Herrera, Oscarling De Ávila, Liberkey Figuera y Jhon Alexánder Rivas fueron sometidos por supuestos funcionarios cuando iban a bordo de un Toyota Machito vinotinto en Palo Verde, municipio Sucre. Desde entonces no se les ha vuelto a ver.
La señora Neris Pineda, quien es madre de Oscarling De Ávila, acompañada de familiares de los otros tres jóvenes desaparecidos, acudió nuevamente a la medicatura forense de Bello Monte con la esperanza de localizar a su hijo, pero tuvo que regresar. "Mi hijo Oscarling es estudiante de la Universidad Humboldt. Ese día en la mañana él iba a inscribirse en el semestre y fui al Clínico Universitario para atenderme el problema de la hipertensión. Cuando salí a las 3 de la tarde me encontré con su carro parado dentro de la universidad. Pensé que me había ido a buscar, pero no fue así. Me cansé de esperarlo y llamé a mi casa", recordó Neris Pineda. Dijo que todos los desaparecidos son amigos. "Un muchacho del barrio llamado Mauricio Daniel Pacheco llegó en una moto con Yeral Herrera y de inmediato salieron los policías y los detuvieron. Ellos (los que se llevaron a loas chicos) andaban en tres motos policiales y dos ve- hículos particulares. Todo ocurrió frente a un módulo de la GN, qué más señas quieren para investigar", expresó la señora Pineda, quien aún tiene esperanzas de hallar vivo a su hijo. "En Petare dicen que un muchacho de apellido Pacheco actuó en componenda con los policías pero no lo han interrogado. Hemos pedido audiencias con el fiscal del caso y nos dicen que van a leer el expediente. Nos muestra las palmas de las manos como cuando uno va a comprar empanadas a un quiosco y el empanadero, con señas, nos dice que no hay nada". Dayana Rincones, tía de Jhon Rivas, apuntó que se entrevistaron con el director del Cicpc y todavía no han obtenido respuesta. "Hemos buscado hasta por debajo de las piedras. Nos falta voltear la tierra. La Policía los desapareció y ni por debajo de las piedras ahora aparecen", señaló Carmen Libernal, madre de Yeral Herrera. Los hijos de tres de los desaparecidos acostumbran a preguntar por ellos. Los familiares de las víctimas sostienen que se trata de una desaparición forzosa ejecutada por dos detectives del Cicpc adscritos a la Subdelegación El Llanito y un agente de la Policía Metropolitana, entre otros. Afirman que en el sitio donde fueron retenidos, numerosos mototaxistas y trabajadores ambulantes observaron el operativo, pero ninguno ha sido interrogado. "Queremos que nos digan la verdad. Tenemos derecho de saber lo que ocurrió porque no es justo que desaparezcan a una persona y después todos los organismos se hacen los locos", señaló Dayana Rincones.
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
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