domingo, 6 de septiembre de 2009

VENEZUELA. "El cartel de los Sapos infiltró al Cicpc"


Una pareja de trabajadoras sexuales develó red de policías a sueldo de la mafia

En el río Guaire fue rescatado el cadáver que permitió luego desenmascarar una red de policías que practican desapariciones forzosas (Fernando Sánchez)

En secretas tertulias policiales sus actores narran que las dos trabajadoras sexuales sólo pretendían encontrar a su desaparecida compañera, pero nunca imaginaron que sus testimonios harían temblar los cimientos de los cuerpos de seguridad al develar una red de funcionarios a sueldo de mafiosos y narcos capaces de ejecutar asesinatos en serie y desapariciones forzosas.

Al día siguiente se reencontraron. Esta vez fue en una cava de la medicatura forense. Los detectives les pidieron que certificaran si el cadáver de una mujer hallado en el río Guaire el 4 de julio a la altura del puente El Llanito. Presentaba un disparo en la frente.

Sus familiares dijeron después que se trataba de Joice Karina Vázquez Mafra, una joven de 22 años que trabajaba como promotora en locales nocturnos de la capital y que habitaba en una edificación invadida de la avenida Urdaneta.

Las compañeras de la víctima dijeron que las cosas se pondrían feas si la pareja de la desventurada mujer también aparecía muerta, sobre todo porque ambos conocían a jefes policiales. La búsqueda de Cristian Antonio Díaz Goitia, de 30 años prosiguió de manera infructuosa hasta que testigos señalaron haber observado cuando sus amigos, unos detectives del Cicpc, lo arrestaron en la vía de La Mariposa junto a Juan José Salom Correa, de 27 años.

Ambos fueron señalados de haberse apropiado de dos toneladas de drogas que el cartel colombiano del Norte del Valle había enviado a Caracas para surtir a las microrredes que operan en Caricuao, Lomas de Urdaneta y Los Teques. Aseguran que había que ajustarle cuentas por atentar contra el patrimonio de la organización criminal. La misión se las encomendaron a un grupo de policías a sueldo de la mafia a cuyos integrantes se les conoce como "el Cartel de los Sapos". Fuentes policiales aseguraron que desde los más altos niveles ordenaron las pesquisas a un reducido grupo de investigadores. La investigación no debía trascender, pero policías honestos se encargaron de propagarla.

Policías desaparecidos Denunciaron que el "Cartel de los Sapos" los tiene infiltrados hasta los huesos. Algunos de

sus miembros ostentan lujosos vehículos y exhiben una vida de magnates. Su tarea consiste en informar de los operativos que realizaban las autoridades, escoltar a los sicarios, además de cuidar, vigilar y proporcionar seguridad a los domicilios de los capos.

El pasado ocho de agosto fueron arrestados Yorman Zambrano Díaz, inspector adscrito a la subdelegación Los Teques: Ezequiel Eduardo Cárdenas, subinspector adscrito a la Subdelegación Simón Rodríguez; Yimel García Quiroz, inspector jefe y jefe de Investigaciones de la División Antiterrorismo; y el subinspector Henry Flores, adscrito a la Subdelegación El Paraíso.

Dos días después el Tribunal 40 de Control les dictó medida privativa de libertad por el delito de desaparición forzosa. El detective José Aguirre Jaramillo se encuentra en fuga.

La expresión "desaparición forzosa" se utiliza cuando una persona es detenida o arrestada por el Estado o por agentes que actúan en su nombre, luego se niega su detención o se oculta su paradero. La investigación prosigue para tratar de localizar a los hombres que fueron detenidos en el sector de La Mariposa. Sus parientes denunciaron a los funcionarios detenidos por privación ilegítima de la libertad.

Un galpón situado a pocos metros de la Subdelegación del Cicpc de Guarenas fue inspeccionado en busca de evidencias. Se sospecha que tres agentes de la Policía Metropolitana, quienes también se encuentran desaparecidos, hayan recibido el mismo tratamiento en ese lugar. Inicialmente se creyó que los uniformados habían desertado por diferentes razones. Luego se determinó su complicidad.

Entre policías te veas En medios policiales se afirma que los agraviados fueron asesinados, descuartizados y lanzados al mar. La Defensoría del Pueblo contabilizó 33 desapariciones forzosas el pasado año, un caso menos que en el año anterior. Sin embargo, la mayoría de los casos no son investigados por cuanto los parientes se remiten a denunciar como extravío de persona.

Funcionarios con una limpia hoja de servicios señalan que los verdaderos responsables no se encuentran detenidos. Los imputados decidieron apelar porque en su contra no existen indicios contundentes.

Protectores del Jabón Al "Cartel de los Sapos" también se les señala de ser los responsables de brindar protección al narcotraficante colombiano Wilber Alirio Varela, alias "Jabón", uno de los doce capos más buscados por la justicia norteamericana y quien resultara asesinado el 30 de enero de 2008 en un parador turístico del estado Mérida. Llevaba tres años viviendo en el país.

"Jabón", al igual que sus cuidadores en Venezuela, fue sargento de la policía en Colombia. De allí atribuyen su afinidad con los policías venezolanos. Durante años ejerció un férreo control en el cartel del Norte del Valle hasta que lo asesinaron.

En el Cicpc pocos se atreven a tratar el caso. El subdirector del organismo detectivesco, comisario Luis Fernández, sólo admitió que hubo unas detenciones, pero no ofreció mayores detalles. Un grupo se siente avergonzado porque cada día aumenta la desconfiada mirada de la sociedad hacia la institución. Sostienen que no se trata de un hecho aislado sino de una estructura, un sistema que necesita ser estirpado.


Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL

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