jueves, 17 de septiembre de 2009

VENEZUELA. Crimen de motorizado permitió hallar cadáver de un taxista

Los fallecidos estaban a 50 metros de distancia entre sí en la autopista a oriente

El joven motorista salió de su casa, en Cupo, para ir a trabajar en Guarenas. Estaba con dos amigos, que también iban en moto (Rony Vargas)


Jonathan Garboza, de 23 años, fue asesinado ayer cuando circulaba por la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, tramo Guatire-Caucagua, a la altura del sector Kempis.

La víctima fue atacada a tiros cuando pilotaba su moto Yamaha 115 de color negro, placas ACM-981. Iba en compañía de dos amigos, que también se desplazaban en motos.

Metros antes de ingresar al túnel de Kempis, con dirección a Guatire, les dispararon. Sus amigos huyeron ilesos, pero Garboza derrapó al ser impactado por un proyectil en la cadera. Murió en el pavimento.

Los testigos no quisieron hablar del hecho.

Cuando residentes de un caserío cercano, además de los conductores que pasaron por la vía, observaron el cadáver del motorizado, avisaron a la policía y bomberos. Estos últimos llegaron al lugar para atender la emergencia y resguardar la escena del crimen.

Mientras los efectivos levantaban la información del crimen y conversaban con los familiares de Garboza, una corriente de aire trajo el hedor de la putrefacción. A los bomberos les pareció curioso y comenzaron a revisar los matorrales de la calzada. A 50 metros aproximadamente hallaron el cadáver descompuesto de un hombre que vestía chemise vinotinto, pantalón azul y correa negra. No portaba documentación.

La descripción de la vestimenta coincidió con la expuesta por los familiares de José Ramón Yarvez Padilla, de 22 años, quien estaba desaparecido desde el pasado sábado 5 de septiembre.

Luego de la verificación del cuerpo, además del proceso de reconocimiento por parte de los familiares, al principio, efectivos del Cicpc señalaron que se trataba de un hombre de edad avanzada. Pero los deudos, dudosos porque la vestimenta era exacta, repitieron la verificación del cuerpo y determinaron que sí se trataba de Yarvez Padilla.

Los deudos, adoloridos, dijeron que el joven tenía un mes trabajando como taxista con su vehículo Fiat Palio gris, placas DAH-65X. Desapareció la noche del sábado 5 de septiembre, cuando, al parecer, hizo un servicio desde el centro comercial Oasis. Residía en el bloque 40 de la urbanización 27 de Febrero, en Guarenas. Dejó una hija de un año y era considerado trabajador y responsable. "Cuando lo botaron de la empresa donde trabajaba, decidió ser taxista pirata, pero lo mataron".


Deivis Ramírez Miranda
EL UNIVERSAL

No hay comentarios: