La advertencia ya fue formulada por el tristemente célebre Grupo Exterminio. Hace unos 20 días, explicaron varios moradores de Araure y Acarigua, en Portuguesa, que este grupo comenzó a dejar panfletos, pegados en distintos comercios, en los que anunciaban que el 1 de julio próximo comenzarían a matar traficantes, ladrones y prostitutas.
Saldrán, según ellos mismos indican en la hoja que repartieron, a las 10:00 p.m. desde el 1 de julio, y prometen asesinar a todo el que se encuentre en la calle. "Sabemos que morirán inocentes y por eso pedimos disculpas", dice la nota.
Hace cuatro días, dijeron varios portugueseños, el grupo repartió el comunicado en los medios de comunicación. Al parecer pretendían que publicaran la lista de "exterminables". Hay 125 alias y prometen con una nueva lista.
Aseguran tener nombres completos de las que serán sus víctimas y hasta sus direcciones y posibles escondites. Y aunque el miedo corre sin freno por las calles de Araure y Acarigua, los que más temen no son los maleantes, sino aquellos que estudian y que trabajan durante la noche.
Las autoridades no se han pronunciado ni siquiera para calmar a la gente. Nadie sabe de quién se trata ni de cuántos son. Sólo saben que tienen miedo y que sin querer están cumpliendo un toque de queda obligado por el terror. mii
Saldrán, según ellos mismos indican en la hoja que repartieron, a las 10:00 p.m. desde el 1 de julio, y prometen asesinar a todo el que se encuentre en la calle. "Sabemos que morirán inocentes y por eso pedimos disculpas", dice la nota.
Hace cuatro días, dijeron varios portugueseños, el grupo repartió el comunicado en los medios de comunicación. Al parecer pretendían que publicaran la lista de "exterminables". Hay 125 alias y prometen con una nueva lista.
Aseguran tener nombres completos de las que serán sus víctimas y hasta sus direcciones y posibles escondites. Y aunque el miedo corre sin freno por las calles de Araure y Acarigua, los que más temen no son los maleantes, sino aquellos que estudian y que trabajan durante la noche.
Las autoridades no se han pronunciado ni siquiera para calmar a la gente. Nadie sabe de quién se trata ni de cuántos son. Sólo saben que tienen miedo y que sin querer están cumpliendo un toque de queda obligado por el terror. mii
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