miércoles, 10 de junio de 2009

VENEZUELA. Asesinan a una mujer mientras vendía su carro en El Paraíso


En esa zona se registran durante 2009 cinco muertos a tiros, según Cicpc

Solange Izarra de Pérez estaba desconsolada, reprochaba que 24 horas después de ocurrido el hecho aún no había podido ver a su hija (Fernando Sánchez)

La pareja de motorizados alcanzó el Chevrolet Astra de color verde que subía por Los Laureles de El Paraíso, justo a la altura de un centro asistencial, y cuando estuvo cerca, el piloto de la moto aceleró hasta que logró colocarse del lado del copiloto. Cuando estuvo en posición, el parrillero empezó a disparar. En la arremetida murió una mujer y un hombre resultó herido. Eran las 11:25 a.m. del lunes.

La primera en ser blanco del tiroteo fue Sheila Lisseth López Izarra, de 28 años. Ella iba de copiloto. Luego hirieron a Tomás Costa. Él manejaba el auto. Atrás iba una amiga de Sheila, ella logró guarecerse y por eso resultó ilesa.

La embestida, según relató la sobreviviente a los funcionarios del Cicpc, comenzó cuando estaban en movimiento. Pero Tomás se detuvo inmediatamente. De acuerdo con lo que esa chica le contó a Solange Izarra de Pérez, la madre de Sheila, aquel ataque había sido para robar el carro, pero que no consumaron el asalto porque al parecer una patrulla de la PM llegó inmediatamente y los motorizados hu-yeron.

A Sheila la llevaron de inmediato hasta la Clínica Popular de El Paraíso. Allí la estabilizaron y la trasladaron hasta el hospital Miguel Pérez Carreño donde murió a las 12:45 del mediodía. A su mamá la llamaron a las 11:30 a.m. y le dijeron que su hija había sido trasladada hasta el Clínico Universitario. "Perdí dos horas& no pude ver a mi hija antes de que muriera", replicó Solange desde la morgue de Bello Monte. Cuando la madre de Sheila llegó al Pérez Carreño, su hija, de 28 años, ya había muerto.

Sheila estaba estudiando Recursos Humanos en un instituto universitario. No estaba casada, vivía con su mamá en El Paraíso y se dedicaba a comprar y vender carros. El lunes mostraba el Astra y lo probaba con Tomás, un posible comprador. Sheila tenía una pequeña. La niña pasó ayer su cumpleaños 12 en el velorio de su mamá.

Las averiguaciones Los funcionarios del Cicpc que adelantan las averiguaciones del caso trabajan sobre dos hipótesis: el robo de carro y una posible venganza. Sin embargo, Solange asegura que Sheila, la menor de sus dos hijas, no tenía problemas con nadie.

Creen fervientemente en la posibilidad de un robo, y es que El Paraíso, según data de la PM, es uno de los lugares donde el robo de carros se ha convertido en uno de los delitos que más aquejan a los que allí viven. Los sectores más neurálgicos son: la avenida Paéz a la altura del Torreón, los predios de la plaza Washington y Las Fuentes. Los Laureles no figura como uno de los sitios más peligrosos por robo de carros pero sí por otros delitos.

Las modalidades son varias, explican los funcionarios policiales que hacen vida en la localidad. Según dan cuenta, en la zona se roban dos carros al día en promedio. Y lo hacen de varias formas.

Los maleantes merodean los predios donde dejan los autos estacionados en la calle; si hay alguno que les interese, esperan hasta que llegue el dueño y con arma en mano se lo llevan. Otros los hurtan y los últimos son tres parejas de motorizados que someten a sus víctimas en movimiento. Los parrilleros, explican los policías, son los que desenfundan las armas y amenzana a los conductores para que se orillen y entreguen el auto. Eso lo hacen, casi siempre, en las transversales.

Cabe destacar que la muerte de Sheila es la quinta que ocurre este año en El Paraíso. "Uno no sabe si regresa. Mi hija salió a trabajar y no regresó", dijo entre gimoteos Solange.


María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

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