La operación de la Policía Nacional se ha saldado con la detención de 23 personas, cinco de ellas en Alicante, y laincautación de 19 pistolas y dos toneladas de hachís
La Policía Nacional ha desmantelado una banda que vendía armas a delincuentes afincados en la Comunitat Valenciana. La operación se ha saldado con la detención de 23 personas en diferentes provincias, entre ellas Alicante, y la incautación de 19 pistolas de procedencia turca listas para su venta en el mercado negro.
La red utilizaba un lavadero de coches en Málaga, propiedad de uno de los detenidos, como tapadera. Aprovechaban el túnel de lavado para introducir las armas en los maleteros de los vehículos de los compradores.
Las investigaciones comenzaron a principios del año 2008. Tras recibir varias informaciones desde Bulgaria, la policía tuvo conocimiento de que diferentes personas afincadas en Dénia suministraban armas de fuego a grupos criminales asentados en la Comunitat Valenciana.
Los agentes identificaron en Alicante a varios miembros de la organización y a otros integrantes de la red que residían en la Costa del Sol. En la provincia de Málaga, los investigadores localizaron al intermediario entre los suministradores de las pistolas en Bulgaria y los compradores de estas armas en España. Este individuo era el dueño del lavadero de vehículos y el responsable de otra banda dedicada al tráfico de drogas.
Narcotráfico y robos
El detenido utilizaba los ingresos obtenidos con la venta de la droga para pagar las armas que importaba desde Bulgaria. Posteriormente, vendía las pistolas a otros grupos criminales dedicados también al narcotráfico y a los asaltos de viviendas.
A raíz de los seguimientos a este sospechoso, la policía tuvo conocimiento de que se estaba preparando la inminente introducción de 2.000 kilos de hachís desde Marruecos a través de la costa de Málaga. Ante la llegada de la droga, los agentes desplegaron un dispositivo en el que se intervino el alijo. Además, el operativo culminó con el arresto de 15 personas.
De forma paralela, la policía averiguó que entre los compradores de las armas figuraban los miembros de una banda que asaltaba casas en la provincia de Alicante. Este grupo también fue desarticulado tras detener la policía a cinco de sus miembros. Además de las 23 pistolas, los agentes intervinieron 77.000 euros, inhibidores de frecuencia para inutilizar las alarmas y cinco vehículos.
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