domingo, 12 de abril de 2009

VENEZUELA. Cicpc investiga seis casos de homicidios dentro de invasiones


El que al parecer inició la modalidad de los "embolsados" fue "Manuelito"

Los único que han pagado por los homicidios son los líderes de la invasión del edificio Potosí en Sabana Grande (Fernando Sánchez)

Contenido relacionado

Envolver a los rivales recién asesinados en sábanas, luego en plástico y por último meterlos en enormes bolsas negras y sellarlas con tirro de embalaje, fue la manera que encontró un maleante apodado "Manuelito" para deshacerse de aquellos que pretendían sustituir su liderazgo dentro del edificio invadido que está ubicado en la Av. Urdaneta, diagonal a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas.

A ese joven, que hoy vive por los predios de Lídice luego de salir de prisión, según las averiguaciones de los investigadores que llevan el caso, se le atribuyen los primeros casos de "embolsados" que se consiguieron en la autopista Fajardo, a la altura de Altamira en 2007. Así lo determinaron los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).

En aquella oportunidad, "Manuelito", líder del edificio ubicado en la avenida Urdaneta, presuntamente dirimió las rivalidades que tenía con dos personas que pretendían por la fuerza obtener su cargo, asesinándolas dentro del edificio y sacándolas "embojotadas" para no despertar sospechas.

"Manuelito" entró a la cárcel por otro delito, no por los homicidios que presuntamente cometió dentro de la invasión. Por eso, aún lo buscan.

Poco tiempo después, la modalidad se copió. Pero esta vez, se le atribuía el delito a los líderes de un edifico invadido que está al final de la avenida Beethoven de Bello Monte. A este embolsado lo ubicaron en el río Guaire a la altura de Las Mercedes, enredado en la orilla.

Los tres casos restantes ocurrieron un año después, es decir en 2008, explicó extraoficialmente una fuente del Cicpc que prefirió mantener su nombre bajo el más estricto anonimato.

Según las averiguaciones, ninguno de los seis casos tienen que ver entre ellos. Todos fueron cometidos por personas distintas aunque por un mismo motivo: preservar el liderazgo de la invasión, pues al parecer resulta un negocio lucrativo, aunque ilícito. Allí cobran por "vender" la propiedad y por la renta del "condominio", sin contar la cantidad de colaboraciones obligatorias. Los funcionarios no descartan que sean muchos más los casos, pero sólo en esos seis son en los que se han logrado determinar que las víctimas fueron invasores.

Los sitios de liberación que por excelencia han utilizado estos asesinos son: La Cota Mil, el río Guaire y la autopista Francisco Fajardo.


María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

No hay comentarios: