sábado, 11 de abril de 2009

ARGENTINA. Detienen a hombre por crimen de policía


El sospechoso fue arrestado luego de dos allanamientos en los que se encontró un auto con impacto de armas de fuego y manchas de sangre en su interior. Allí habría estado encerrado el efectivo antes de morir

Un policía bonaerense retirado fue hallado asesinado a balazos a un costado de su camioneta, que estaba en marcha y con las luces encendidas, en el partido de Exaltación de la Cruz, y por el hecho hay un sospechoso detenido, informaron voceros de la fuerza.

Una fuente informó que el detenido fue apresado en la localidad bonaerense de Escobar tras dos allanamientos en los que se encontró un auto que presenta varios impactos de armas de fuego y manchas de sangre en su interior.

"Ese auto, casi con certeza, intervino en el hecho. Creemos que se utilizó para encerrar a la víctima antes de matarla. Ahora hay que realizar los peritajes de rigor", explicó.

En los operativos también se secuestraron cinco armas, entre ellas una que pertenecía al policía retirado, y se pudo determinar que el sospechoso es mayor y tiene antecedentes penales por robos.

Los investigadores creen que la víctima murió durante un tiroteo con delincuentes que lo interceptaron cuando se trasladaba en su camioneta nueva por esa zona, donde había montado un micro emprendimiento para brindar seguridad privada en campos y casas, para el cual tenía unas 15 personas que trabajaban a su cargo.

Lo que los pesquisas no determinaron aún es si el crimen fue durante un intento de robo, por un conflicto vinculado a su actual trabajo en seguridad privada o una venganza ligada a su anterior desempeño policial en el servicio de calle en la zona Luján, a lo largo del cual mantuvo varios enfrentamientos con delincuentes.

La víctima es el teniente retirado Juan Carlos Cáceres (56), quien esta madrugada, cerca de las 3, fue hallado muerto a balazos a la altura del kilómetro 171 de la ruta 6, entre Exaltación de la Cruz y Pilar.

Efectivos del sub destacamento Manzanares, perteneciente a Pilar, fueron quienes, a raíz de un llamado al 911 de los vecinos, acudieron al lugar y encontraron a Cáceres muerto a un lado de su camioneta Ford Eco Sport negra y nueva, que se hallaba con las llaves puestas, en marcha y con las luces encendidas.

El policía presentaba dos impactos de bala: uno en la parte baja de la espalda y otro en un brazo, mientras que su camioneta tenía numerosos balazos en el parabrisas, otro en el espejo retrovisor derecho y en el vidrio de la ventanilla de ese lado.

Sobre el asiento del acompañante, los pesquisas encontraron una pistola calibre 380 que se presume era de Cáceres, mientras que en el habitáculo hallaron dos cargadores de una Glock calibre 9 milímetros del policía retirado, aunque no el arma, que se sospecha los delincuentes le robaron.

Las fuentes dijeron que fuera de la camioneta había vainas calibre 9 milímetros y 45 y también alguna en el interior.

Los investigadores aguardaban los resultados de los peritajes para determinar si los asesinos de Cáceres se subieron a su camioneta y allí le dispararon -ya que la puerta del lado del acompañante estaba mal cerrada y el vidrio estallado- o si lo interceptaron y el policía retirado se bajó del vehículo para tirotearse con ellos.

Una niña de 9 años, que vive en una granja de la zona, aseguró a la prensa que vio cuando cuatro hombres con la cara tapada se bajaron de un auto negro e interceptaron y balearon al policía.

Según esa testigo, Cáceres llegó a herir a dos de los hombres, que lograron volver abordar el auto y huir.

Los voceros consultados por Télam dijeron que en inmediaciones de la escena del crimen se detectaron rastros de sangre y una gorra con cabellos que se investiga si pertenecía a Cáceres o puede haberla perdido alguno de los asesinos.

Los pesquisas encontraron en el auto del policía un cuaderno donde figuraba una anotación sobre una cobranza reciente de 1.200 pesos, aunque en sus bolsillos sólo hallaron 500.

Si bien inicialmente algunas fuentes policiales informaron sobre un sospechoso demorado en una sala de primeros auxilios de Manuel Alberti, Pilar, los voceros de la pesquisa aclararon que ese hombre sería ajeno al episodio y que fue presuntamente víctima de un robo.

Las pistas que siguen los investigadores del crimen de Cáceres son un intento de robo, una venganza por su actual actividad en el área de la seguridad privada o un "ajuste de cuentas" por su anterior desempeño en la fuerza.

Según algunos voceros consultados, Cáceres cuando estuvo en actividad, fue muy operativo y mantuvo varios enfrentamientos que terminaron con delincuentes muertos.

En declaraciones realizadas en la escena del crimen, un ex integrante de policía bonaerense, José María Irrera, dijo que conocía bien a Cáceres y que cree que fue víctima de "un ajuste de cuentas", ya que en el año 2005 desbarató a una poderosa banda y desde ese momento "vivía amenazado".

"Esto es muy raro. Quien va a matar a un ex policía sólo por matarlo, yo estoy convencido de que Cáceres estaba detrás de algo pesado y le callaron la boca", agregó Irrera, quien confió en el pronto esclarecimiento del hecho.

Por su parte, un amigo del policía asesinado, Víctor Hugo Caruso Picardi, agregó: "Tenía tanto miedo que salía a hacer las compras con un chaleco antibala".

La causa por homicidio quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción de Pilar, a cargo de Alejandro Musso.


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