lunes, 30 de marzo de 2009

VENEZUELA. Entre viernes y sábado matan a cuatro motorizados

Hasta la mañana del domingo, el Cicpc reportó en Caracas 30 homicidios

Evaristo Peralta pidió a la policía que haga su trabajo (Fernando Sánchez)

Todo el esfuerzo que Evaristo Peralta había hecho hacía un poco más de año y medio para mandar al quinto de sus ocho hijos para Colombia se esfumó el sábado a las 8:30 de la noche cuando lo llamaron y le contaron que a Ricardo José Peralta, de 27 años, lo acababan de asesinar.

Evaristo dejó encargado el carro de perrocalientes que tiene en San Bernardino y se fue hasta el Centro Clínico de La Urbina. Cuando llegó, su muchacho ya estaba muerto.

Ricardo recién había regresado de Barranquilla, Colombia. Tenía una semana en Caracas, de visita. El sábado, como a las 8:15 de la noche, había salido de su casa, en el barrio San José de Petare, en moto, a llevar a un amigo. A 100 metros de la casa, aproximadamente, lo emboscaron para robarle el vehículo.

Pero él no quiso entregarlo y los maleantes arremtieron en su contra. Evaristo asegura que su muhacho no tenía problemas con nadie y aseguró no conocer con exactitud lo que ocurrió. "No he tenido tiempo de hablar con quienes vieron lo que ocurrió, por eso no tengo detalles. Cuando me llamaron yo fui hasta donde lo habían trasladado y de ahí me he dedicado a todos los trámites para sacarlo rápido de esta morgue y velarlo".

Con un gran esfuerzo, Evaristo intenta controlar el llanto mientras espera a que le entreguen el cuerpo de su hijo. Y mientras tragaba grueso para evitar que las lágrimas salieran, pidió a las autoridades que tomen cartas en el asunto.

"Acá impera la ley de la selva, del malandraje", dijo entristecido mientras recordaba el esfuerzo enorme que había hecho para sacar a su hijo del barrio y brindarle la oportunidad de irse a otro país a tener mejor calidad de vida. "Iba a empezar a trabajar en una embajada allá en Colombia", recordó Evaristo.

Ricardo José fue uno de los cuatro motorizados que entre viernes y sábado fueron asesinados para robarles la moto. Dos fallecieron entre la noche del viernes y la mañana del sábado, los otros dos lo hicieron durante todo el día sábado.

Otro de ellos fue Douglas José Rangel, de 39 años. A las 4:06 de la tarde del sábado llegaba a su casa en el barrio Julián Blanco de comprar unos repuestos para la lavadora. En el camino, ya dentro del barrio, lo interceptaron para robarlo.

Él intentó eludir a los maleantes y ellos para detenerlo comenzaron a dispararle y una de las balas atravesó el casco que Douglas tenía puesto y lo mató.

Los delincuentes se llevaron la moto, una Jaguar de color rojo, pero como tenía una avería se apagó y los ladrones no tuvieron más remedio que dejarla abandonada cerca de donde ocurrió el hecho. Los policías la encontraron y la tienen para practicarle varios análisis.

Con la muerte de estos cuatro motorizados aumentan a 49 los que mueren en 2009 en Caracas por resistirse al robo de su moto, así dan cuenta las cifras del Cicpc.

Estos cuatro motorizados forman parte, además, de los 30 caraqueños que desde las 6 de la tarde del viernes hasta las 6 de la mañana del domingo murieron asesinados en Caracas.

Trascendió además que hasta la mañana de ayer habían ingresado a la medicatura 385 cadáveres durante el mes de marzo.


María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

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