lunes, 30 de marzo de 2009

VENEZUELA. En línea de fuego murieron dos adolescentes el fin de semana


Según el Cicpc de viernes a lunes murieron en Caracas 41 personas

Jesús Narváez, tío de uno de los adolescentes muertos en línea de fuego, sólo pidió justicia y más presencia policial (Fernando Sánchez)

El sonido seco de las balas disparadas por bandas rivales acabó de pronto con el partido de softbol que a las 12:30 del mediodía del domingo se celebraba en el sector El Parquecito, en el barrio Bolívar de Petare. Los aplausos y vítores se convirtieron en gritos de terror.

La estampida fue inmediata, todos corrieron para intentar salvar la vida, pero un joven de 14 años no lo consiguió. El adolescente, al parecer uno de los últimos en correr, cayó malherido en el pasillo por donde todos pretendían huir. Tres tiros lo alcanzaron, dos que lo atravesaron desde la espalda hasta el estómago y el último que le rozó la oreja derecha.

El muchacho estaba con su novia viendo el partido, recordó su tío Jesús Narváez, cuando empezó en el enfrentamiento entre las dos bandas rivales. Grupos desconocidos, dijo Jesús, pues en esa zona específica del barrio Bolívar, según dijo, no operan bandas.

Recién iniciado el tiroteo un contingente de la Guardia Nacional llegó a detener la situación y pocos segundos después hicieron lo propio funcionarios de Polisucre y Polimiranda. Estos últimos fueron los que recogieron al adolescente y se lo llevaron hasta el Hospital Pérez de León. "En el centro asistencial no pudieron hacer nada y es que ya cuando cayó cerca de las gradas, se desangró rapidito".

El muchacho era el cuarto de cinco hermanos. Estudiaba séptimo grado y según aseguran era un joven sano. Ese domingo el padre del muchacho cumplía años, José Rodríguez y su esposa Fanny Narváez habían decidido pasar el día en la playa. El muchacho de 14 años había decidido quedarse con su novia.

Jesús sólo les pidió a las autoridades más presencia policial. "El domingo estaban los policías porque en el barrio 24 de Marzo otras bandas habían acabado la celebración del aniversario del sector a tiros".

En Catia
El segundo de los adolescentes caído en la línea de fuego este fin de semana fue un joven de 15 años que cayó el viernes a las 8:05 de la noche. El muchacho caminaba por Las Brisas de Propatria rumbo a la casa de uno de sus tíos. Al parecer, iba con una novia. Cuando caminaba con ella por uno de los callejones -su madre, Vestalia Josefina Rangel, no supo precisar cómo se llama el sitio- comenzó un tiroteo y él quedó atrapado.

Como ocurrió cerca de la casa del tío, él salió, lo recogió y de inmediato y con la ayuda de vecinos lo trasladó hasta el hospital de Los Magallanes. "Pero iba muerto ya", dijo Vestalia, quien desde el sábado espera a que le entreguen el cuerpo de su hijo. "Dicen que esto está muy lleno de muertos y que por eso es el retraso".

Con la baja de estos dos jóvenes suman desde las 6 de la tarde del viernes hasta las 6 de la mañana de este lunes 41 homicidios, todos ocurridos en Caracas, según fuentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas destacados en la morgue.

Mientras la profusión de homicidios se totalizaba en la medicatura, los deudos se congregaban en los predios, llorosos, a esperar hasta que les tocara el turno de retirar a su familiar.

"No es posible que muera tanta gente inocente... cada vez que se enfrentan dos bandas cae el que menos tiene que ver con el problema", dijo con un claro tono de desesperanza el tío del muchacho de 14 años asesinado en Petare.



María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

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