domingo, 8 de marzo de 2009

Irlanda del Norte.Mueren dos soldados en un atentado contra una base militar


Mueren dos soldados en un atentado contra una base militar en Irlanda del Norte
  • Ha ocurrido en la base de Massereene, a unos 25 kilómetros al norte de Belfast.
  • Se desconoce la autoría y ningún grupo del IRA se ha atribuido el atentado.
  • El tiroteo fue efectuado por desconocidos que se aproximaron a la base en un automóvil y se dieron a la fuga.
  • Ocurre un día después de que se informara de que los servicios secretos (el MI5) y las Fuerzas Armadas británicas afrontarán la creciente amenaza de facciones disidentes del IRA.
  • Gordon Brown ha asegurado que lograrán acabar con el proceso de paz.
EFE.

Dos soldados han muerto en un ataque con armas de fuego perpetrado la noche de este sábado contra una base del Ejército británico en Irlanda del Norte, confirmó la Policía de la provincia (PSNI).

Otros dos militares y dos civiles resultaron heridos en el atentado, cometido a las 22.40 en la base de Massereene, radicada en el condado de Antrim y a unos 25 kilómetros al norte de Belfast, precisaron las fuerzas del orden.

Hay cuatro heridos, todos varones, de gravedad

Los cuatro heridos, todos varones y cuyo estado reviste gravedad, han sido trasladados a un hospital cercano, mientras se ha puesto en marcha una amplia operación de seguridad en la zona que rodea a los barracones, que son sede del 38 Regimiento de Ingenieros.

De momento, se desconoce la autoría del ataque y ningún grupo disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuesto al proceso de paz norirlandés se ha atribuido el atentado.

Los terroristas se hicieron pasar por repartidores de pizzas que accedieron hasta la puerta principal de la base militar y dispararon
Desde el Ministerio de Defensa del Reino Unido, un portavoz explicó que el tiroteo fue efectuado por desconocidos que se aproximaron a la base en un automóvil y se dieron a la fuga.

Según los medios británicos, testigos oculares indicaron que los terroristas se hicieron pasar por repartidores de pizzas que accedieron hasta la puerta principal de la base militar y dispararon cuando los soldados cayeron en la emboscada.

Acto "bárbaro y terrible"

El ministro británico para Irlanda del Norte, Shaun Woodward, condenó el tiroteo al calificarlo como "acto de barbarismo criminal", al tiempo que manifestó su apoyo a las familias de "aquellos muertos y heridos en este ataque mortífero".

"El contraste entre quienes sirven a la comunidad y quienes la destruirían no pueden ser más claro. La gente que hizo esto será perseguida y nunca detendrá el proceso político en Irlanda del Norte", subrayó Woorward.

"No arruinarán el proceso de paz"

El primer ministro británico, Gordon Brown, condenó el atentado y subrayó que el ataque no echará por tierra el proceso de paz en la provincia.

"Ningún asesino podrá hacer descarrilar un proceso de paz que cuenta con el apoyo del pueblo de Irlanda del Norte", afirmó Brown en una declaración hecha en su residencia oficial de Downing Street.

Señaló que se hará todo lo posible para llevar ante la Justicia a los autores del "terrible suceso".

Un terrible recordatorio de hechos del pasado

Por su parte, el ministro principal de Irlanda del Norte, el unionista Peter Robinson, ofreció su apoyo a los familiares de las víctimas y adelantó que pospondrá un viaje que tenía previsto a Estados Unidos para hacerse cargo de la situación.

Robinson, líder del Partido Democrático Unionista, manifestó que el ataque es un "terrible recordatorio de hechos del pasado".

"Estos asesinatos fueron un acto inútil de quienes no tienen ni apoyo de los ciudadanos ni perspectivas de éxito en su campaña", agregó el jefe del Gobierno autónomo norirlandés.


Facciones disidentes del IRA, una amenaza creciente

El ataque ocurrió un día después de que el PSNI informara de que ha solicitado la intervención de los servicios secretos (el MI5) y las Fuerzas Armadas británicas para afrontar la creciente amenaza de facciones disidentes del IRA.

El jefe del PSNI, Hugh Orde, advirtió el pasado viernes de que el riesgo de ataques de paramilitares disidentes se sitúa en su nivel más alto desde que accediese a este cargo hace siete años.

De hecho, un coche-bomba con más de 130 kilos de explosivos fue desactivado a finales del pasado enero cerca de una escuela de enseñanza primaria en la localidad de Castlewellan (sureste de Irlanda del Norte).

El Ejército puso fin en agosto de 2007 a sus operaciones en la provincia, donde llegó en 1969 para apoyar a la Policía debido al aumento de la violencia por los enfrentamientos entre católicos y protestantes, una situación que duró más de treinta años.

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