Leónidas Vargas cuando fue capturado en 1987. | Foto: El Espectador
En la noche del jueves, la Policía registraba algunos domicilios de la capital en busca de más implicados y nuevas pruebas que podrían relacionar presuntamente a los detenidos con otros hechos violentos ocurridos en la región en los últimos meses. Los arrestados tienen entre 22 y 34 años y tres de ellos responden a las identidades: J. J. F., A. S. C. y A. A. C.
La Policía sospecha que los apresados se disponían a preparar su huida de España y que tras la muerte de Vargas se habían escondido fuera de la capital. La operación que ha permitido detener a los supuestos implicados ha sido emprendida por los agentes de la UDYCO de la Jefatura Superior de Policía. En principio, se está investigando si los detenidos están relacionados con el asesinato del hermano menor de Leónidas Vargas, Fabio, ocurrido tres días después en la selva colombiana.
El asesinato de Leónidas y de su hermano en Colombia hizo temer a los especialistas en la lucha contra la criminalidad organizada que la guerra de clanes podría recrudecerse en Madrid. En el fondo, la lucha se ha abierto por el control del cártel de Caquetá, uno de los más peligrosos de Colombia y que más cocaína mueve por todo el mundo.
Dos de los cinco detenidos fueron cazados en el interior de un vehículo. En ese coche viajaba el supuesto jefe de la banda, que llevaba una pistola cargada y lista para hacer fuego. En la tarde-noche del jueves se llevaron a cabo registros en diversos domicilios de Madrid.
Asesinado en el hospital
Leónidas Vargas estaba ingresado en la quinta planta del hospital 12 de octubre desde el viernes 2 de enero. A las 20.00 horas del jueves 8 de enero un sicario le descerrajó cuatro disparos cuando dormía en la habitación 543 junto a otro paciente. Según las fuentes de la investigación, el sicario preguntó al enfermo que estaba despierto si él era Leónidas y, al contestar que era la persona de la cama de al lado, sacó un arma con silenciador. El compañero de habitación sufrió un shock tras el suceso y fue trasladado a otro recinto.
Vargas, que aseguró a sus íntimos que no se sentía amenazado por sus cárteles rivales de la droga y utilizaba varias identidades falsas para burlar los controles policiales, fue detenido en España en julio de 2006 en una operación antidroga con 500 kilos de cocaína.
Constantes problemas de salud
Fue encarcelado y estaba pendiente de juicio. Sin embargo, Don Leo sufrió en la prisión de Navalcarnero un empeoramiento en su enfermedad pulmonar. En julio de 2008 se decretó su puesta en libertad bajo fianza por problemas de salud y le habían autorizado a acudir al hospital cuando fuera necesario. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu acordó la libertad bajo fianza de 200.000 euros de Vargas que, según los médicos, tenía una esperanza de vida muy corta.
Tras su puesta en libertad vivía en un piso de Somosaguas y llevaba un aparato de oxígeno que tenía que ser revisado periódicamente por los médicos, por lo que el juez le había dado permiso para acudir al centro hospitalario cuando lo necesitara.
Vargas comentó a su abogado y a varios agentes que se sentía muy tranquilo y seguro en la capital. Visitaba a su hijo en la cárcel, acudía al hospital y paseaba por la ciudad sin llevar ninguna vigilancia.
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