Es el tercer funcionario abatido por antisociales este año en Caracas
Más de 100 efectivos de la Policía Metropolitana sembraron pánico en la zona durante todo el día de ayer (Kisai Mendoza)
"Esto es sorprendente, si no matan a un policía en la zona no vemos a tantos funcionarios en el barrio, y eso que todos los fines de semana padecemos por la delincuencia", detalló Lucía González, vecina del sector Bicentenario de Carapita, donde la mañana de este lunes delincuentes armados asesinaron al distinguido de la Policía Metropolitana, Edixon Jesús Loreto Sierra, de 32 años, para despojarlo de su moto RX-100 Yamaha, de color rojo.
Más de 100 uniformados de la PM tomaron la zona para rastrear a los implicados en el hecho. Revisaban todas las unidades -colectivas y particulares- que entraban y salían de la localidad. Además, con armas en mano, irrumpieron en viviendas y caminaron por encima de los techos, generando pánico en la colectividad.
Tres personas resultaron detenidas en la razzia. Los efectivos no determinaron si estaban o no implicados en el crimen.
La actuación policial generó descontento en los residentes, pues aseguraron que la movilización de los hombres de azul "fue muy exagerada, cuando aquí matan a cualquier personas casi todos los días".
Tres alcabalas fueron colocadas a lo largo de los primeros siete kilómetros hacia El Junquito. Además, otros tres puntos de control se instalaron dentro del barrio. No hubo callejón que no fuera visitado por los policías armados. "Tenemos la zona tomada por completo. Vamos a capturar al delincuente que nos arrebató a nuestro compañero", dijo un funcionario mientras daba órdenes de ingreso por las veredas, a los demás uniformados.
A ello, la mirada atónita de los vecinos, que colaboraban con el operativo y abrían las puertas de sus viviendas para que fuesen revisadas.
Mientras tanto, en la emergencia del hospital Pérez Carreño, donde falleció el efectivo por la herida de bala en el cuello, los familiares pedían justicia.
Su cuñada, Angélica Montilla, destacó que Loreto se había despedido de su hija y esposa para irse a trabajar a la División de Investigaciones, donde estaba adscrito. A escasos metros de su residencia, y todavía bajo la mirada de su hija, lo atacaron para despojarlo de la moto.
Loreto es el tercer efectivo policial fallecido a manos del hampa este año. El primer caso se registró el pasado 6 de enero, en la UD4 de Caricuao. Allí, ultimaron al funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) Ronald José Arriaga, de 29 años. Luego, el 14 de enero, durante un operativo en el sector La Invasión de La Vega, mataron al efectivo de la PM Moisés Emilio Escalona Fajardo.
En lo que va de mes, 21 motorizados han sido asesinados en la capital. Durante el pasado fin de semana, tres conductores perdieron la vida al ser atacados por el mismo móvil: robo de la unidad.
Más de 100 uniformados de la PM tomaron la zona para rastrear a los implicados en el hecho. Revisaban todas las unidades -colectivas y particulares- que entraban y salían de la localidad. Además, con armas en mano, irrumpieron en viviendas y caminaron por encima de los techos, generando pánico en la colectividad.
Tres personas resultaron detenidas en la razzia. Los efectivos no determinaron si estaban o no implicados en el crimen.
La actuación policial generó descontento en los residentes, pues aseguraron que la movilización de los hombres de azul "fue muy exagerada, cuando aquí matan a cualquier personas casi todos los días".
Tres alcabalas fueron colocadas a lo largo de los primeros siete kilómetros hacia El Junquito. Además, otros tres puntos de control se instalaron dentro del barrio. No hubo callejón que no fuera visitado por los policías armados. "Tenemos la zona tomada por completo. Vamos a capturar al delincuente que nos arrebató a nuestro compañero", dijo un funcionario mientras daba órdenes de ingreso por las veredas, a los demás uniformados.
A ello, la mirada atónita de los vecinos, que colaboraban con el operativo y abrían las puertas de sus viviendas para que fuesen revisadas.
Mientras tanto, en la emergencia del hospital Pérez Carreño, donde falleció el efectivo por la herida de bala en el cuello, los familiares pedían justicia.
Su cuñada, Angélica Montilla, destacó que Loreto se había despedido de su hija y esposa para irse a trabajar a la División de Investigaciones, donde estaba adscrito. A escasos metros de su residencia, y todavía bajo la mirada de su hija, lo atacaron para despojarlo de la moto.
Loreto es el tercer efectivo policial fallecido a manos del hampa este año. El primer caso se registró el pasado 6 de enero, en la UD4 de Caricuao. Allí, ultimaron al funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) Ronald José Arriaga, de 29 años. Luego, el 14 de enero, durante un operativo en el sector La Invasión de La Vega, mataron al efectivo de la PM Moisés Emilio Escalona Fajardo.
En lo que va de mes, 21 motorizados han sido asesinados en la capital. Durante el pasado fin de semana, tres conductores perdieron la vida al ser atacados por el mismo móvil: robo de la unidad.
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