La víctima, un agente municipal de Paiporta, preparaba una de las pruebas deportivas más duras
Ironman, la prueba mítica para los amantes del triatlón, era su próxima meta. A sus 29 años de edad, Francisco Ortega Caballero soñaba con tres distancias extremas: 3,8 kilómetros de natación, 180 de bicicleta y como postre, un maratón. Una competición de deporte extremo que contará este año en su edición de Frankfurt con un triatleta menos. El joven ciclista falleció ayer al ser arrollado por un coche en el término de Torres Torres.
La muerte le sobrevino sobre las once de la mañana del domingo cuando entrenaba con un preparador y amigo en la carretera Nacional 234. Según el atestado de la Guardia Civil de Tráfico, la víctima invadió con su bicicleta el carril contrario.
Todo fue muy rápido. El conductor del coche no tuvo tiempo para frenar y arrolló a Francisco Ortega, que quedó atrapado en los bajos del vehículo. La escena fue dramática. Tras ser alertado del accidente, el Centro de Coordinación de Emergencias movilizó al SAMU de Sagunto, el helicóptero medicalizado de la Generalitat, un equipo de rescate de bomberos y la Guardia Civil de Tráfico.
Cuando los sanitarios llegaron al lugar, el joven aún se encontraba atrapado bajo el turismo. Sin perder tiempo, le inyectaron un medicamento en uno de sus brazos en un intento desesperado para salvarle la vida.
Mientras tanto, los bomberos se afanaron por liberar a la víctima, aunque no pudieron rescatarla hasta minutos después con la ayuda de una grúa. Los esfuerzos de los servicios de emergencia fueron en vano. Francisco Ortega murió prácticamente en el acto. Una vez que se confirmó el fallecimiento del atleta, el helicóptero medicalizado regresó a su base.
La muerte le sobrevino sobre las once de la mañana del domingo cuando entrenaba con un preparador y amigo en la carretera Nacional 234. Según el atestado de la Guardia Civil de Tráfico, la víctima invadió con su bicicleta el carril contrario.
Todo fue muy rápido. El conductor del coche no tuvo tiempo para frenar y arrolló a Francisco Ortega, que quedó atrapado en los bajos del vehículo. La escena fue dramática. Tras ser alertado del accidente, el Centro de Coordinación de Emergencias movilizó al SAMU de Sagunto, el helicóptero medicalizado de la Generalitat, un equipo de rescate de bomberos y la Guardia Civil de Tráfico.
Cuando los sanitarios llegaron al lugar, el joven aún se encontraba atrapado bajo el turismo. Sin perder tiempo, le inyectaron un medicamento en uno de sus brazos en un intento desesperado para salvarle la vida.
Mientras tanto, los bomberos se afanaron por liberar a la víctima, aunque no pudieron rescatarla hasta minutos después con la ayuda de una grúa. Los esfuerzos de los servicios de emergencia fueron en vano. Francisco Ortega murió prácticamente en el acto. Una vez que se confirmó el fallecimiento del atleta, el helicóptero medicalizado regresó a su base.
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