jueves, 29 de enero de 2009

PERÚ. Fiscalía investigará si policía participó en robo en Yaután


Agente acusado por comuneros está detenido en comisaría de Casma (Áncash). Seis policías retenidos por población fueron liberados

Por Javier Ascue. Enviado especial

La comunidad campesina Calpoc, en el distrito de Yaután, provincia de Casma, está conformada por apacibles hombres y mujeres que dedican sus días al cultivo de frutales. La medianoche del viernes esa calma terminó.

Aquella madrugada cuatro sujetos armados ingresaron a la casa de Petrolino León Apolinario, tesorero de la junta directiva de la comunidad campesina Calpoc que recientemente había sido nombrada. Petrolino y sus hijos dormían sobre un colchón en el que el tesorero guardaba S/.40.250, que los comuneros ahorraban para comprar un camión. Los delincuentes parecían saber de esos ahorros, lo golpearon y lo amenazaron de muerte, señala el testimonio de Petrolino. Al este no le quedó otra alternativa que entregar la plata. En esos instantes le pareció conocido el rostro de uno de ellos.

Tras el robo buscó la ayuda de los comuneros, con los que caminó 16 kilómetros para llegar a la comisaría de Yaután y pedir apoyo. No fueron atendidos.

Recién la mañana del sábado pudieron hacer la denuncia del robo. La tarde del domingo el tesorero reconoció a uno de los delincuentes al ingresar a la comisaría de Yaután. Se trataba nada menos que del suboficial Edinson Santiago Riveros Zapata, que prestaba servicio en esa dependencia desde hacía un mes.

El tesorero dio aviso a su comunidad. Unos 200 comuneros arribaron a la comisaría para exigir su detención. Al no ser atendidos se enfrentaron con la policía para capturar a Riveros. Querían hacer justicia por sus propias manos. El agente fue llevado a Calpoc, donde fue golpeado y sometido a un interrogatorio cuyo fin era que señalara al resto de delincuentes con los que supuestamente él se llevó el dinero.

ÁNIMOS EXACERBADOS
Horas después un contingente de la comisaría de Casma llegó a Calpoc para rescatar al suboficial, quien escapó en un descuido de los comuneros. Esa fuga provocó la ira de los comuneros, que atacaron a los agentes, quienes dispararon sus armas. Uno de los proyectiles hirió mortalmente a la campesina Lida Flor Huerta Méndez (26). Los ánimos de los comuneros se exacerbaron y capturaron a seis agentes, quienes fueron entregados a las 10:30 p.m. del último lunes al fiscal de la provincia de Casma, Julio Obregón, y al general Adolfo Matos Vinces, jefe de la Región Áncash. El fiscal Obregón realiza una investigación para lograr la captura de los ladrones de los ahorros de la comunidad. El suboficial Riveros, quien está detenido en la comisaría de Casma, es investigado sobre su presunta participación en el robo.

Las indagaciones preliminares señalan que alguno de los miembros de la directiva comunal pudo haber sido cómplice de los ladrones, pues solo ellos sabían dónde se guardaba el dinero.

ANTECEDENTES
[21/11/2004]
Un ladrón se salvó de morir linchado en el asentamiento humano Mayorazgo I del distrito de San Martín de Porres (Lima). La población hizo justicia por sus propias manos harta de los constantes robos.

[24/06/2005]
Campesinos de Combapata (Cusco) ahorcaron a un hombre y su hijo, quienes habían asesinado a un comunero.

[27/08/2007]
Los habitantes del distrito de Taraco (Puno) obligaron a un padre a ejecutar a su hijo, al que acusaban de dirigir una banda que asesinó a siete personas.

PUNTO DE VISTA
Confianza debe ser recompuesta*

En la Defensoría del Pueblo apostamos por el estado constitucional de las cosas, lo que significa el respeto de los mecanismos que la ley nos provee para hacer valer nuestros derechos.

La autotutela, es decir, el hecho de hacer valer los derechos por cuenta propia o de tomar la justicia por nuestras propias manos, no forma parte del Estado de derecho que debemos respetar.

Se debe reconocer que existen situaciones que llevan a la ciudadanía a la autotutela y que están relacionadas con la pérdida de confianza en las instituciones que forman parte del sistema encargado del control social, como la Policía Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial, principalmente.

Hechos como el de Casma parten de malas experiencias de la población cuando trata de hacer valer sus derechos. Esto se da principalmente en zonas rurales alejadas y dispersas.

La policía de Yaután va a tener que hilar bastante fino para recomponer la confianza de la población. Por lo pronto, lo más recomendable es resolver la denuncia de los comuneros de Calpoc de manera más expeditiva, pronta y oportuna.
* Susana Silva Hasembank. Adjunta para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo

No hay comentarios: