miércoles, 17 de diciembre de 2008

V ENEZUELA.Joven asesinada pasó doce horas sin que buscaran su cuerpo


La chica de 20 años murió por varias puñaladas en Nuevo Horizonte

Las causas de la muerte de la joven aún se desconocen (Fernando Sánchez)

Esta madrugada Jéssica Marlene González sí va a su casa. Su familia tiene días viéndola venir seguido, contrario a su costumbre. Su bebé de tres meses de nacida al igual que la de tres años están con la abuela en la casa en el sector Las Rosas, en la calle Campo Elías de Nuevo Horizonte, pero a Jéssica aún le faltan doscientos escalones para llegar a su casa.

En medio del sueño de las cuatro de la mañana algunos escucharon los gritos de Jé- ssica, pero cuando le avisaron a su familia a las cinco de la mañana que ella estaba muerta en el sector La Ultramar, nadie reconoció haber visto o escuchado nada.

A sus 20 años Jéssica vivía la mayor parte del tiempo con su mamá y su hermano en Nuevo Horizonte, pero otro tanto se quedaba con amigas.

Cuando su hermano llegó al lugar donde la asesinaron vio que le habían dado al menos tres puñaladas, una de ellas en la cara, otra en el cuello y una tercera en la espalda.

Miguel Ángel González, el hermano de Jéssica, la revisó pero no sabe si la robaron, eso sí, entre su ropa estaban escondidos dos billetes de diez bolívares fuertes que su hermano encontró.

Que su hermano supiera, ella no tenía ninguna relación con alguien de la zona y los padres de sus dos niñas tampoco aparecían en su vida.

Jéssica se pasaba los días trabajando en un puesto de llamadas telefónicas, donde además vendía otras mercancías.

Cuando encontraron su cuerpo en las rejas de las casas cercanas había manchas de sangre, muestra de que ella trató de levantarse y quizás hasta pidió ayuda.

González debió dejar a su mamá escaleras arriba en la casa y no permitirle que fuera a ver a la menor de sus cinco hijas muerta. A sus sesenta años la abuela ahora deberá criar a las dos pequeñas.

A las nueve de la mañana de este viernes el hermano de Jé-ssica esperaba a que el Cicpc llegara a la zona a levantar el cuerpo, pero a las cuatro de la tarde, 12 horas después de su muerte, el joven seguía esperando a que llegara la furgoneta a buscar el cuerpo.

González cuenta que él se recoge temprano y ya a las seis cierra la puerta por lo peligrosa que es la zona, pero a Jéssica nunca le gustaron las normas estrictas.


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