La policía alemana ha detenido en las últimas horas a dos hombres como sospechosos del intento de asesinato del jefe de la policía de la localidad bávara de Passau, Alois Mannichl, anunció hoy un portavoz policial.
La policía alemana ha detenido en las últimas horas a dos hombres como sospechosos del intento de asesinato del jefe de la policía de la localidad bávara de Passau, Alois Mannichl, anunció hoy un portavoz policial.
"Ambas personas responden a la descripción que ofreció el señor Mannichl y actualmente están siendo investigadas" , señaló el fiscal encargado del caso, Helmut Walch, en declaraciones que recoge la edición digital del rotativo "Passauer Neuen Presse" .
A lo largo del día se decidirá si alguno de los sospechosos, detenidos en Passau o sus cercanías, es presentado ante el juez de instrucción, añadió Walch.
Mannichl, conocido por su mano dura contra la ultraderecha, recibió este sábado varias cuchilladas en el estómago, propinadas por un cabeza rapada al que abrió la puerta de su casa.
El agresor, que medía 1,90 metros, insultó primero al policía para luego clavarle el cuchillo de 11 centímetros en el abdomen y emprender la huida en un automóvil, explicó la víctima a sus compañeros tras el ataque.
El jefe de la policía, de 52 años, fue trasladado de inmediato a un hospital donde se encuentra estabilizado después de ser operado de urgencia, ya que las cuchilladas casi le rozaron el corazón.
Según precisó el fiscal Walch, el agresor, que podría ser condenado a cadena perpetua, le espetó a Mannichl: "Policía cabrón e izquierdista. No volverás a pisotear las tumbas de nuestros camaradas" , lo que vendría a respaldar la tesis de que fue un acto de venganza contra el jefe de la policía.
El pasado julio, toda la cúpula del NPD (Partido Nacional Democrático Alemán) , incluido su jefe Udo Voigt, se congregó en el cementerio de Passau en homenaje al fallecido líder neonazi Friedhelm Buss.
En ese acto uno de los ultraderechistas colocó una bandera con una cruz gamada, por lo que Mannichl abrió sumario contra él y ordenó abrir la tumba para retirar la parafernalia nazi.
Mannichl había recibido amenazas, sobre todo vía internet, por parte de la ultraderecha.
Precisamente en la localidad cercana a Passau en la que reside el jefe de la policía hay un local que utilizan los ultraderechistas para sus reuniones.
El ministro del Interior del Land de Baviera, Joachim Hermann, calificó el ataque contra Mannichl de una "nueva dimensión de crímenes de la ultraderecha en Baviera" .
En la región de Passau aumentaron los delitos con trasfondo ultraderechista durante 2008 en casi un 50 por ciento.
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