El conductor de la moto huyó a pie al escuchar sirenas de Polichacao
Cicpc abrió averiguación y busca al cómplice del ladrón muerto (Fernando Sánchez)
A las 11:45 de la mañana de este martes, una pareja de motorizados interceptó a un hombre que recién salía de una entidad bancaria ubicada en La Castellana.
Lo alcanzaron, según indicaron fuentes policiales, cuando caminaba por la plaza de la zona. El parrillero de la moto sacó un arma y le exigió entregar el dinero que acababa de retirar del banco. En total eran BsF 7 mil los que había retirado Agustín Vieira Sosa, de 34 años, el comerciante que fue interceptado por los hampones motorizados.
La orden fue clara, por eso, mientras le apuntaban, él obedeció y entregó el bolso de color negro que guardaba la suma de dinero.
Según narró Vieira a los funcionarios de Polichacao que llegaron después del tiroteo, los motorizados le preguntaron, luego de quitarle el bolso, si él estaba armado. Vieira les respondió que no y hasta la franela se la subió para que ambos delincuentes certificaran sus afirmaciones.
Cuando se dieron la vuelta para huir, el comerciante desenfundó el arma, una 9mm que tenía calzada en la espalda, y comenzó a disparar. Logró herir al parrillero de la moto. Dos tiros lo alcanzaron.
Las contorsiones que no pudo controlar cuando entraron las balas lo hicieron perder el equilibrio a él y al conductor y ambos cayeron al piso. Las sirenas de las patrullas de Polichacao, al oír las detonaciones, ya se escuchaban cerca, por eso el conductor de la moto se levantó y huyó a pie.
Allí cerca de la plaza de La Castellana, los uniformados encontraron a Rub´en Darío González de 21 años, desangrándose. Los policías llamaron a Salud Chacao, pero en la espera el ladrón murió. En el cuello siempre tuvo enredado el bolso con el dinero que recién había robado.
Vieira les contó todo a los efectivos de la Policía Municipal. Y allí, con ellos, se quedó. Según se supo, él sería presentado pero alegaría legítima defensa.
Los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la subdelegación de Chacao llegaron al sitio a levantar el hecho. Ellos se incautaron del dinero, el arma de fuego y la moto Jaguar CC-150.
Lo alcanzaron, según indicaron fuentes policiales, cuando caminaba por la plaza de la zona. El parrillero de la moto sacó un arma y le exigió entregar el dinero que acababa de retirar del banco. En total eran BsF 7 mil los que había retirado Agustín Vieira Sosa, de 34 años, el comerciante que fue interceptado por los hampones motorizados.
La orden fue clara, por eso, mientras le apuntaban, él obedeció y entregó el bolso de color negro que guardaba la suma de dinero.
Según narró Vieira a los funcionarios de Polichacao que llegaron después del tiroteo, los motorizados le preguntaron, luego de quitarle el bolso, si él estaba armado. Vieira les respondió que no y hasta la franela se la subió para que ambos delincuentes certificaran sus afirmaciones.
Cuando se dieron la vuelta para huir, el comerciante desenfundó el arma, una 9mm que tenía calzada en la espalda, y comenzó a disparar. Logró herir al parrillero de la moto. Dos tiros lo alcanzaron.
Las contorsiones que no pudo controlar cuando entraron las balas lo hicieron perder el equilibrio a él y al conductor y ambos cayeron al piso. Las sirenas de las patrullas de Polichacao, al oír las detonaciones, ya se escuchaban cerca, por eso el conductor de la moto se levantó y huyó a pie.
Allí cerca de la plaza de La Castellana, los uniformados encontraron a Rub´en Darío González de 21 años, desangrándose. Los policías llamaron a Salud Chacao, pero en la espera el ladrón murió. En el cuello siempre tuvo enredado el bolso con el dinero que recién había robado.
Vieira les contó todo a los efectivos de la Policía Municipal. Y allí, con ellos, se quedó. Según se supo, él sería presentado pero alegaría legítima defensa.
Los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la subdelegación de Chacao llegaron al sitio a levantar el hecho. Ellos se incautaron del dinero, el arma de fuego y la moto Jaguar CC-150.
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