David Murcia, durante su extradición a Colombia, rodeado de varias decenas de policías.
(Foto: EFE)
- De vendedor en la selva a tener tres yates, dos aviones, 12 coches y muchas casas
BOGOTÁ.- David Murcia Guzmán, el colombiano de 30 años que creó un emporio y desfalcó al Estado, comenzó como ayudante de cámara de televisión y obrero de una fábrica de tortas, y ahora vivía en Panamá a lo grande gracias a la fortuna amasada con su negocio.
El empresario, cabeza del grupo de empresas DMG, que acumuló una veintena de empresas en Colombia y se encontraba en fase de expansión hacia los países limítrofes, fue detenido en Panamá y deportado a Colombia.
Enseguida empezaron a divulgarse historias sobre sus costumbres de nuevo rico y de las cajas de billetes que aparecen en las oficinas de su organización, al mejor estilo de los mafiosos que prosperaron en Colombia en las décadas de 1980 y 90.
Las autoridades intervinieron la firma el pasado lunes, después de decretar el estado de emergencia social para afrontar la quiebra de las llamadas "pirámides" financieras, pese a que DMG afirmaba no ser una oficina de ese tipo, sino una comercializadora de productos y servicios.
El miércoles la Fiscalía de Colombia anunció órdenes de captura contra Murcia Guzmán y otras seis personas de su entorno acusadas de concierto para delinquir y captación ilegal de fondos.
Las autoridades colombianas relacionan el vertiginoso crecimiento de la firma, que lleva las iniciales de Murcia Guzmán, con el blanqueo de dinero del narcotráfico. Según el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, "entre las propiedades de Murcia se hallaron tres yates, dos aviones, 12 lujosos vehículos e innumerables inmuebles que demuestran un alto nivel de vida propio de narcotraficantes".
El empresario, natural del departamento andino de Cundinamarca, trabajó en sus comienzos en la región selvática del Putumayo, la zona de mayores cultivos ilegales de coca del país, donde hizo sus primeros negocios.
Tras la intervención de DMG han venido a conocerse historias sobre excentricidades de Murcia, de quien se afirma que vivía en Ciudad de Panamá en un apartamento alquilado por más de 6.000 euros mensuales.
Los medios aseguran que, como todo millonario reciente, el colombiano tenía a su disposición tres yates, un jet ejecutivo y una avioneta, automóviles Ferrari y Maserati y motos Harley Davidson, y las fotos la muestran con trajes exclusivos.
Aunque se consideraba que DMG fue intervenida solo por captar dinero de forma ilícita, las últimas declaraciones de funcionarios relacionan su actividad con el blanqueo de dinero del tráfico de drogas.
El mismo miércoles fueron detenidos en Bogotá el productor de televisión Daniel Ángel y la abogada Margarita Pabón, señalados como gestores de relaciones públicas y finanzas, respectivamente.
En las detenciones se encontró una caja con el equivalente a 200.000 euros, que, según el abogado de Murcia, Abelardo de la Espriella, eran para costear la fiesta de fin de año. Pero esa cifra se quedó corta más tarde en otro allanamiento en el que la Policía aseguró encontrar el equivalente a 1,6 millones de euros en billetes de pesos colombianos.
Este escándalo ha estado marcado por el apoyo del público a la firma y a su creador y por la justificación que hacen los clientes a esa forma de ganar intereses por el dinero, frente a los malos servicios, altos costos y estrictos requisitos de la banca.
En las avenidas de Bogotá se han realizado grandes manifestaciones de clientes de DMG vestidos con camisetas con el logotipo de la compañía. Esas protestas también se han llevado a cabo frente a la sede principal de DMG a las afueras de Bogotá, donde hace pocos días se veían largas filas de automóviles entrando a recoger televisores gigantes y otros electrodomésticos. Pero las colas de los clientes ahora son en el estadio de Bogotá, para pedir la devolución del dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario