Este fin de semana hubo dos atracos con armas en los que los ladrones vestían prendas de policías. Cómo consiguen el uniforme y por qué es tan difícil detectarlos antes de que sea demasiado tarde. Un bombacha (pantalón azul) vale $140; una gorra negra o azul con la inscripción de la Policía de Mendoza (o no), $25; un kepi (gorro de seccional), $35; un chaleco de transporte (de tela), $90; una remera negra o azul, $55; borceguíes, $150. Que un asalto cuente con un 90 por ciento de posibilidades de que salga perfecto, no tiene precio. Si bien está claro lo que explicó uno de los uniformados en cuanto a presentar la credencial o el bono de sueldo para acceder a una prenda policíaca, "hay casos -depende el vendedor- en que no se pide nada de eso y como el vendedor debe vender, entrega ropa de trabajo a personas que no son policías", según explicaba otro de los efectivos consultados por este diario en la tarde de ayer. Fácil de combinar Para el comisario inspector Jorge Basualdo, uno de los jefes de Investigaciones, el hecho de los ladrones parecidos a policías es algo que "se puede evitar a medias; o en en el mejor de los casos, se puede tratar de que no sea tan sencillo conseguir esas prendas". En ese sentido, para Basualdo la vestimenta de la policía de Mendoza y de gran parte del país es fácilmente combinable y sencilla de conseguir. "Si alguien se pone un pantalón azul oscuro, una camisa celeste y una gorra oscura, es muy probable que alguien lo confunda con un efectivo. Además, desde que aparecieron con fuerza las agencias de seguridad, hubo muchas de ellas cuyos uniformes son demasiado parecidos a los nuestros", expresaba Basualdo por teléfono. Por eso, uno de los pedidos con que cuentan los policías de calle ante la presencia de alguien que se le parece mucho en la vestimenta, es interrogarlo. "Si un efectivo ve a alguien que se parece a un efectivo y le parece sospechoso, tiene la obligación de hablar con él para ver qué está haciendo y porqué está vestido de ese modo". De hecho hay a menudo casos de sujetos que son detenidos a partir de que su ropa llama demasiado la atención. Ropa prestada La frase "ropa prestada" es una de las tantas con que alguna gente hace referencia a la policía a la hora de menoscabarla. De todos modos, el mote no entra de lleno en lo real ya que los efectivos policiales de Mendoza sólo reciben la totalidad de su uniforme sin cargo la primera vez que acceden a él. A partir de entonces deben poner dinero de sus bolsillos para comprar las prendas cuando se ponen viejas o se rompen. En el bono de sueldo de los cargos más bajos, existe un ítem que es mantenimiento de uniforme y que hoy ronda los 50 pesos al mes. Según el comisario inspector Basualdo no sólo en la manera de combinar los colores, los delincuentes quieren parecerse a los policías, "muchas veces se han dado casos de efectivos a los que les robaron el bolso del auto y en el bolso tenían el uniforme policial. Otras veces ocurrió lo mismo en los robos a la casa particulares de los policías". Para Basualdo, "todo uniforme -policial o no- le sirve al delincuente ya que puede despistar más con el engaño". De todos modos, hace cuatro años, en un golpe a un blindado que fue perpetrado por ladrones vestidos como policías, salió a la luz que los ladrones eran policías y en ese momento se encontraban en horario de servicio. En ese caso, el uniforme no tuvo nada que ver. |
lunes, 24 de noviembre de 2008
ARGENTINA. Para asaltar, nada más fácil que vestirse como un policía
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