domingo, 19 de octubre de 2008

Acusan a un policía nacional de ocultar pruebas en una investigación de narcotráfico en Valencia


El agente cogió sin autorización un móvil, unos 600 euros y las llaves de un detenido por robar un alijo

Acusan a un policía nacional de ocultar pruebas en una investigación de narcotráfico en Valencia
Dos policías locales entran en la Jefatura Superior de Policía por la puerta trasera.

Un policía nacional ha sido interrogado en Valencia por presuntamente ocultar pruebas de una investigación de narcotráfico. El agente cogió un teléfono móvil, unas llaves y unos 600 euros que portaba uno de los tres jóvenes detenidos por robar un alijo de hachís a una banda de traficantes.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del miércoles en la Jefatura Superior de Policía de Valencia. El agente se presentó vestido de paisano en la central de detenidos tras enterarse de que la Policía Local había arrestado a un amigo suyo. Una vez dentro de las dependencias donde se realizan las diligencias de los arrestos, el policía le pidió a un compañero que le dejara ver a uno de los detenidos porque lo conocía.

Cuando se encontraban a solas los dos amigos, el agente le dijo que le entregara sus efectos personales para custodiarlos. Fue entonces cuando el policía rompió presuntamente la cadena de custodia de los objetos intervenidos.

De inmediato, otro policía nacional avisó a su superior tras descubrir la irregularidad. El agente constató que faltaban tres de los efectos aprehendidos al sospechoso tras consultar las diligencias previas realizadas por la Policía Local.

Unas llaves, el teléfono móvil y unos 600 euros ya no se encontraban entre las pertenencias del detenido. La anomalía fue detectada con prontitud, y los policías que se encontraban de servicio actuaron con gran celo profesional para localizar al agente que había roto la cadena de custodia.

Tras ser descubierto, el policía devolvió el dinero y los dos objetos y argumentó en su defensa que su única intención era custodiar estos efectos mientras su amigo permaneciera arrestado en un calabozo.

El agente fue recriminado por su actitud e interrogado ante la posibilidad de que intentara manipular o ocultar pruebas de la investigación.

Fuentes policiales señalaron que es práctica habitual el rastreo de llamadas en los teléfonos móviles de los detenidos para continuar las indagaciones.

Así, una de las hipótesis que baraja la policía es que el agente cogió el móvil de su amigo para borrar supuestamente una llamada que le podría relacionar con el detenido.


El robo de la droga
Como ya informó en su edición de ayer LAS PROVINCIAS, la Policía Local de Valencia arrestó en la madrugada del miércoles a tres jóvenes acusados de robar 250 kilos de hachís a una banda de narcotraficantes. Uno de los detenidos sería supuestamente el amigo del policía nacional investigado.

Los hechos se iniciaron sobre las tres y media de la madrugada en el Paseo de la Pechina. Una patrulla se encontraba realizando tareas de regulación de tráfico en un servicio de colaboración con los bomberos.

Los agentes vieron acercarse un vehículo cuyo conductor circulaba de forma temeraria, por lo que le dieron el alto. En ese momento, un compañero avisó a la patrulla de que las características del turismo coincidían con las de un coche supuestamente robado en un garaje.

Momentos antes, la central del 092 había informado de la sustracción de un automóvil en la calle Reina Violante. Al parecer, un vigilante avisó a la policía tras sorprender a varios individuos cuando forzaban el trastero de un aparcamiento. Los ladrones huyeron en un vehículo cuya marca y modelo coincidía con el turismo que circulaba a gran velocidad por el Paseo de la Pechina.

Por ello, la Policía Local interceptó el coche sospechoso con la colaboración de una patrulla de la Policía Nacional. Los agentes identificaron a los tres ocupantes, que se pusieron muy nerviosos a pesar de que el coche en el que circulaban no había sido sustraído.

Supuestamente, los tres jóvenes eran los mismos que habían forzado y robado en el interior del garaje de la calle Reina Violante, por lo que todos ellos fueron trasladados a ese lugar.

Allí, los policías comprobaron que el trastero de un aparcamiento tenía signos de violencia. En el interior del habitáculo, los policías encontraron varios fardos de hachís envueltos con tela azul.

El testigo de la huida de estos individuos manifestó que los paquetes eran idénticos a otros que habían sacado del interior del trastero, por lo que la Policía Local realizó averiguaciones y localizó más fardos de hachís en el maletero del coche de uno de los detenidos. En total, la policía se incautó de 250 kilos de hachís.

Posteriormente, agentes del Grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia arrestaron al dueño del trastero del que los jóvenes supuestamente robaron la droga.

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