domingo, 24 de agosto de 2008

VENEZUELA. Un niño que jugaba con una bombona causó explosión con 5 muertos.




Cinco muertos y 14 heridos era, hasta este domingo, el saldo del accidente

Este domingo a las puertas del hospital Domingo Luciani y del Lídice aún prevalecía el horror del accidente ocurrido la noche del sábado en el que tras una explosión en una casa en el sector Caballo Mocho, en el kilómetro 15 de la carretera Petare-Santa Lucía, cinco personas murieron y otras 14 resultaron con quemaduras graves.

Esa noche María Gabriela Lares, de 27 años, había ido a llevar a su suegra Marianela Socorro Rosales, de 40 años, al hospital Domingo Luciani, pues estaba aún muy mal por la muerte de su esposo, ocurrida hacía dos semanas.

A su regreso a la casa había mucha familia reunida esperando para verla. A su llegada el pequeño Jerry, de cinco años, jugaba con una bombona de gas, al tiempo que otra de las niñas prendió la hornilla para hacer una arepa. La onda de fuego se expandió por toda la vivienda en cosa de segundos, mientras el manto asfáltico del techo de Acerolit se derretía cayendo sobre las personas que estaban en la casa.

Los vecinos, incluyendo a Fanny Brionny, mamá de María Gabriela, corrieron a la casa, que quedó destruida. Y una niña le decía "María está allí, ella está allí". Desesperados por ayudar, los vecinos echaron tierra y agua para apagar el incendio, cuando los Bomberos llegaron después de las 7:38 pm comenzaron a trasladar a las víctimas.

En el accidente murieron Nelson Francisco Duque, de 35 años, esposo de María Gabriela; Marianella Socorro Rosales, de 40, Alexis Socorro Rosales, de 35 años, el pequeño Jerry de 5 años, y otro niño de 3 años.

Los heridos fueron una bebé de un año con heridas en el 40% del cuerpo, Elizabeth Socorro Rosales de 36 años, con heridas en el 90% del cuerpo; Adelis Duque, de 22 años; Marisol Flores de 26 años, con heridas en el 40% del cuerpo; un niño de 9 años con heridas en el 40% del cuerpo; Luz Marina Duque, con lesiones en 35% del cuerpo; dos jóvenes de 13 años, una de ellas con quemaduras en el 40% del cuerpo; María Gabriela Lares, de 27 años; dos adolescentes de 13 y 14 años, y tres niños, una pequeña de tres años, otra de cinco y un niño de tres.

Los heridos fueron trasladados en principio a los hospitales Pérez de León y Lídice, a este último en especial por la unidad de quemados.

Las autoridades temen que la condición de alguno de los heridos se agrave, pues las lesiones fueron profundas y muy esparcidas.

Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas investigan el caso, pero por las declaraciones de uno de los heridos que no sufrió lesiones de gravedad se supo que el pequeño jugaba con una bombona que tenía poco tiempo en la casa.

Dicen que el niño la volteó y comenzó un ruido. Aún se intenta establecer si lo que causó la detonación fue el encender una de las hornillas de la cocina, pues otra de las versiones es que en la casa se estaban realizando los novenarios de la muerte del esposo de Marianella Socorro, y había varias velas encendidas por diferentes lugares de la residencia.

El jefe de operaciones de los Bomberos Metropolitanos, Delio Martínez, explicó que la gravedad de las quemaduras de varios de los heridos se debe a que con el incendio se derritió el manto asfáltico y esas quemaduras por petróleo suelen ser de mucha profundidad.

Fanny Briony cuenta que muchos de los miembros de la familia murieron en la explosión, pero además muchos niños quedaron sin padres o hermanos.

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