martes, 26 de agosto de 2008

VENEZUELA. Un muerto y un herido de bala por presunto sicariato


José Martínez también encontró la muerte en El Valle cuando iba a trabajar

CON INFORMACIÓN DE MARYSABEL SÁNCHEZ B.

Oswaldo García (29) recibió un tiro en la cabeza cuando se disponía a abrir la mueblería propiedad de su padre el lunes a las 9 am, aproximadamente.

García estaba acompañado por otro empleado del local, quien resultó herido por una bala rasante en la oreja, y está siendo asistido en el Hospital Universitario de Caracas en estado de observación.

El hecho se registró en la avenida Principal del sector Prado de María, El Cementerio, cuando dos sujetos a bordo de una moto negra les dispararon frente a la santamaría de Muebles Romano.

García era casado y dejó huérfanos a tres niños pequeños, el menor de tan sólo un año de edad. El Cicpc presume que pudo haberse tratado de un sicariato y se encuentra averiguando el trasfondo del asunto.

Ultimado albañil en El Valle

En un hecho aislado, esta vez en el callejón San Luis, junto al barrio San Andrés de El Valle, cayó José Gregorio Martínez Ayala, de 40 años de edad.

Martínez trabajaba como obrero en el sector e iba a iniciar su jornada laboral en casa de una vecina el lunes a eso de las 7 am. La dueña de la casa, quien no quiso identificarse, entró a buscarle café y, al volver, lo encontró tendido en el frente de la vivienda con tres balazos en la cabeza y sólo vio correr al homicida sin alcanzar a reconocerlo.

La hermana de la víctima, Birci Ayala, responsabiliza del hecho a una numerosa banda armada, comandada por dos "malandros viejos", quienes, según afirmó, han incorporado a menores de edad últimamente, suelen robar a mano armada a la comunidad y dijo que también le venden drogas a los jóvenes de la zona.

Asimismo, señaló que su familia ya ha recibido reiteradas amenazas por parte de los delincuentes, pero se niega a denunciarlos por temor a represalias.

José Gregorio Martínez era soltero, el mayor de 13 hermanos, vivía con sus padres en El Valle y, en el fatal hecho, no le sustrajeron ninguna de sus pertenencias, por lo que los cuerpos policiales descartan el intento de robo. El ajuste de cuentas es la hipótesis que cobra mayor fuerza en el caso.

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