miércoles, 31 de marzo de 2010

VENEZUELA. "Esta Semana Santa nos dejaron encerrados en un baño de sangre"


Reportaron 42 homicidios desde el viernes hasta el martes en Caracas

La señora Cristina Villalobos deploró los altos índices de inseguridad que azotan a los venezolanos (Fernando Sánchez)


Los humildes familiares de Yohonny Segundo Manare Villalobos, asesinado desde un vehículo en El Silencio el pasado domingo, lograron que una funeraria privada donara el ataúd y les suministrara una carroza fúnebre para transportar el cadáver hasta la población zuliana de Machiques.

La víctima, de 33 años, recibió dos disparos cuando llegaba a su apartamento. Un amigo que lo acompañaba resultó herido. Los criminales huyeron sin despojarlos de sus bienes, pues corrieron y se ocultaron detrás de una reja.

"Nosotros ganamos un sueldo para medio sostenernos, pero los malandros son los únicos que tienen garantizado su trabajo, porque nadie les hace nada. Por eso yo digo que el Gobierno debe pagar los gastos a todas las personas pobres que el hampa asesina", dijo la señora Cristina Villalobos, tía del hombre, quien laboraba en una institución gubernamental de ayuda a los pacientes con sida.

"Con nuestros impuestos les pagamos a los funcionarios para que nos cuiden; pero hoy estamos aquí junto con otras víctimas de la violencia. Decretaron un feriado especial y en esta Semana Santa nos dejaron encerrados en un baño de sangre. Si ellos no saben o no pueden protegernos deberían darnos las armas para nosotros cuidarnos", expresó.

Criminalidad agobiante

Desde las seis de la tarde del Viernes del Concilio hasta las seis de la mañana del Martes Santo se han reportado en Caracas 42 asesinatos. La mayoría de las víctimas cayeron al resistirse a ser despojadas de sus pertenencias.

La señora Villalobos admitió tener dificultades económicas para trasladar al estado Zulia el cadáver de su sobrino. "Aquí no hay gobierno, pero si friegan a uno de ellos o de su partido salen corriendo para buscar a los asesinos. Ese señor prometió acabar con la inseguridad, la pobreza y todos los males, pero ahora estamos peor. Hay mucha hambre como arroz partido. Ahora nosotros no sabemos cómo enterrar a nuestro sobrino, tendremos que comérnoslo como si fuera un bistec".

La doliente también cuestionó los operativos de seguridad. "Caracas Segura es solo para cuidar a los ministros y a los hijos de los ministros. Eso es un engaño. Espero que la gente pobre abra los ojos porque cuando matan a las personas los delincuentes no le piden el carnet del partido a nadie. Mi sobrino también le trabajaba al Gobierno y ahí ven lo que le sucedió. Todos estamos sufriendo por este desgobierno", acotó.

Lamentó que la gente afectada por la criminalidad tenga que callar para que le agilicen los trámites para enterrar a sus muertos. "El colmo es que por decir la verdad cualquiera va preso. Solo reclamamos nuestros derechos", dijo.

Durante el mes de marzo, 432 personas que fallecieron de manera violenta en Caracas tuvieron que ser trasladadas a la morgue de Bello Monte para practicarles exámenes médico- legales. La mayoría de las víctimas fueron atacadas con armas de fuego.

Yohonny Segundo Manare, segundo de siete hermanos, llegó a Caracas hace algunos años en busca de un mejor futuro.

Gustavo Rodríguez

EL UNIVERSAL

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